Comer invierno con cuchara… comodidades

Los platos de cuchara, contundentes, calentitos y llenos de nutrientes son la clave para combatir las bajas temperaturas del invierno. Se acaba el tiempo de las ensaladas, las comidas ligeras y las frutas aguadas que tantos buenos bocados veraniegos brindan, dando paso a los típicos guisos que alimentaban a toda una familia y cuyas recetas se han heredado de generación en generación.

El único problema es, o eso creemos, la dieta. Existe la creencia de que un plato de cuchara como las lentejas, las alubias o los garbanzos son excesivamente calóricos y pesados, sin embargo, pueden convertirse en un fiel aliado para seguir cuidándose incluso en invierno. Los guisos, caldos y potajes también pueden encajar perfectamente en una dieta equilibrada… Al final, todo depende de las cantidades que ingerimos en cada comida y, por supuesto, de los métodos de preparación e ingredientes que finalmente decidamos incluir. en nuestra receta. .

Consuélate con bocados en invierno

El descenso de las temperaturas puede suponer un riesgo de sufrir resfriados y gripes si nuestro sistema inmunológico no funciona correctamente. Por ello, la nutrición y una dieta equilibrada es fundamental a la hora de cuidarnos del frío y mantenernos en una salud de hierro durante todo el año, sea cual sea la estación del año en la que nos encontremos. Debemos elegir productos de temporada, y prepararlos de forma ligera y adaptada para asegurar un correcto aporte de vitaminas, minerales y macronutrientes. Además, durante este tiempo, es fundamental que lo que comemos nos aporte vigor y calor interno para ayudar a elevar la temperatura corporal y evitar sensaciones de frío.

Un básico: legumbres y cereales integrales, nutritivos y saciantes

  • Las legumbres son uno de los superalimentos más baratos y asequibles que los que encontramos en las estanterías de los supermercados o en las despensas de cualquier hogar. Un alimento, muchas veces olvidado, con unas propiedades nutricionales excepcionales. Nos aportan una buena dosis de energía, proteínas vegetales de alto valor biológico y mucha fibra y saciedad. Debemos destacar que las legumbres son el ingrediente principal de una buena dieta vegetariana por toda su riqueza en nutrientes. Sin duda, son uno de esos productos infravalorados a los que no se les da la importancia o el valor que realmente tienen. Además, no olvides que las conservas de verduras son una muy buena opción para evitar la cocción, ya que se conservan en su propia agua de cocción. Esto asegura que hay una pérdida mínima de nutrientes.

Legumbres: un superalimento al alcance de todos.

  • Los cereales integrales como la quinoa, la avena o el arroz son fuentes de hidratos de carbono complejos imprescindibles para la obtención de energía. Todos ellos enriquecen nuestros platos de verduras. Además, al ser carbohidratos complejos, liberan energía lentamente, por lo que nos sentimos llenos por más tiempo.

Los hidratos de carbono integrales nos aportan las mismas calorías que los hidratos de carbono “blancos”, sin embargo, su aporte de fibra y saciedad es mayor.

  • Los frutos secos son otro de esos alimentos que con el tiempo han ido adquiriendo mayor protagonismo. A pesar de ser de alta densidad calórica, más de la mitad de su composición son ácidos grasos cardiosaludables muy interesantes para mejorar y prevenir los síntomas de distintas patologías. Otra de sus características es que aumenta la termogénesis, provocando que gastemos más calorías cuando estamos en reposo. Dentro de este grupo podríamos poner la castaña, la fruta otoñal por excelencia. la castaña es rica en carbohidratosen su mayoría almidones, de absorción lenta y de bajo índice glucémico, y también en aminoácidos esenciales.

Los frutos secos son un aliado en la pérdida de peso a pesar de su alta densidad calórica.

Frutas y verduras que no pueden faltar cuando llega el frío

Aunque las frutas de verano suelen ser las que más gustan a nuestro paladar por su dulzor y cantidad de agua, el invierno nos trae frutas y verduras repletas de micronutrientes para equilibrar los valores de nuestro organismo.

  • los manzana Es un básico de cualquier buena dieta equilibrada. es una fruta hidratante que quita la sed gracias a su contenido en agua. Es rica en vitamina C, fibra y flavonoides. También nos aporta vitamina A, B1, B2, B5, B6 y vitamina E. En cuanto a minerales, contiene potasio y fósforo, aunque es rica en boro, mineral que interviene en la asimilación del calcio y el magnesio. los pera y el uva También serían una alternativa ideal ya que tienen características similares a las de la manzana. Estas tres frutas de temporada contienen una importante cantidad de pectina, una fibra soluble que favorece la digestión.

¿Sabías que la manzana es un buen dentífrico natural?

  • Las frutas cítricas como naranjas, limones, mandarinas, kiwis y toronjas también son refrigerios esenciales para estimular el sistema inmunológico y reducir las posibilidades de resfriarse. Esto se debe a su alto aporte de vitamina C. Esta vitamina también se encuentra en verduras como el pimiento rojo, el perejil o el brócoli. Tampoco pueden faltar verduras como Coliflor, apio, nabos, zanahorias o el protagonista indiscutible de todas las recetas de Víspera de Todos los Santoslas calabazas

Un invierno sin cocinar es como un verano sin sol

Pensar en la llegada del invierno es empezar a pensar en el primer cocido gallego del día que dará el pistoletazo de salida a las grandes comidas familiares. los cocido gallego Es toda una institución. Aunque varía de una familia a otra, por lo general se compone de grelos, col rizada o col, garbanzos, patatas, chorizo, cachucha y ternera. Si analizamos sus ingredientes, es cierto que está elaborado con productos con un alto número de grasas saturadas. Sin embargo, si solo eres capaz de disfrutarlo con moderación y en cantidades acordes a tu cuerpo, cocinado es una opción a tener en cuenta a la hora de las comidas de invierno. De él se aprovecha todo ya que las sobras se pueden aprovechar después para hacer un buen caldo gallego, una croqueta o incluso una buena empanada.

Opciones rápidas y fáciles para no cocinar en invierno

Si en verano son las ensaladas y los batidos completos los que nos facilitan la vida para disfrutar de la playa y evitar pasar largas horas de nuestro tiempo libre en la cocina, el invierno también nos trae platos sencillos y muy nutritivos sin prácticamente necesidad de cocinar. Es el caso de las cremas, sopas y caldos. Estas alternativas, al estar elaboradas con una buena base vegetal, se convierten en el aliado perfecto para introducir la ración diaria de “verde” a los paladares de los más pequeños de la casa o adultos a los que no les gusta o disgusta la textura de las verduras. Ideal tanto para un primer plato como para una cena ligera pero rica y saludable. No olvides acompañarlos de alguna fuente proteica como huevos, carne, pescado o legumbres para aportar una dosis extra de saciedad a tu plato.

¡Sabes! Disfruta de los platos de cuchara más tradicionales de forma saludable y, de vez en cuando, date un capricho el domingo con una buena taza de chocolate con churros, otro de los aperitivos innegociables de las tardes más frías.

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