El Gobierno y el Banco Central Europeo (BCE) chocan por el impuesto temporal a los bancos. En las últimas semanas, tanto el Ejecutivo de Pedro Sánchez como el supervisor bancario han mantenido intercambios de opiniones para discutir el nuevo impuesto con los que se pretende gravar las rentas intereses y comisiones bancarias en 2023 y 2024 limitar las ganancias que las entidades obtendrán del aumento de las tasas de interés.
El BCE, que está estudiando la medida y se pronunciará en las próximas semanasya ha estado cayendo eso a nivel general no está a favor de este tipo de impuestos si de alguna manera contribuyen a restringir el crédito o perjudicar la solvencia del sector. La propuesta que se tramita en el Congreso prevé un tipo impositivo del 4,8% sobre el margen de intereses y las comisiones que cobran las entidades financieras que en 2019 habían ingresado más de 800 millones de euros, sumando estos dos conceptos.
Según los cálculos de este diario, nueve de los diez grandes bancos se verán afectados Españoles: Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter, Unicaja, Ibercaja, Kutxabank y Cajamar. Total, la medida prevé recaudar 1.500 millones para cada uno de los años en los que se aplicará esta tarifa especial (2022 y 2023).
“Hemos tenido la oportunidad de hablar con los equipos del BCE, que naturalmente están analizando los aspectos a tener en cuenta a la hora de establecer este tipo de impuestos”, explicó este jueves el vicepresidente primero de Asuntos Económicos, nadia calvino. Aunque ha asegurado que el Ejecutivo ha tenido en cuenta estas cuestiones antes de diseñar el impuesto, el diario Tiempos financieros va un paso más allá y anticipa una confrontación de posiciones entre Gobierno y supervisor.
Esta semana, el presidente del Consejo de Supervisión del BCE, andrea enria, ya criticó que este tipo de impuesto sólo tienen en cuenta los ingresos brutos y no las provisiones que tendrán que afrontar los bancos por el mayor riesgo de sus carteras de crédito ante un previsible aumento de la morosidad. “Creo que en términos de incentivos, tal vez no sea del todo correcto. Ahora los bancos comenzarán a reevaluar la necesidad de aprovisionar aún más su cartera. Por lo tanto, creo que imponer un impuesto sobre los ingresos brutos podría ser un poco engañoso y tal vez un incentivo incorrecto. dijo en una entrevista publicada por el propio BCE.
La agencia Reuters asegura que en su dictamen (que no es vinculante) el supervisor europeo llamará la atención sobre el impacto adverso que pudiera generar el impuesto a la solvencia y los riesgos para la transmisión de la política monetaria. Impuestos más altos podrían conducir a un aumento en el costo de los préstamos en medio de la crisis de precios que enfrentan las familias debido a la inflación galopante y al aumento de las tasas de interés.
Es sobre una de las mayores preocupaciones de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) que ayer reunió a los representantes de los bancos nacionales para estudiar medidas para paliar el aumento de las cuotas hipotecarias y que eviten un sobreendeudamiento de las familias por la inflación y la subida de tipos de interés. Sin ir más lejos, en España el banco ha trasladado una propuesta para ampliar el plazo de las hipotecas para familias vulnerables cuyos ingresos no superen el triple del IPREM (24.300 euros actualmente y 25.200 a partir del próximo año).
Choque con la normativa europea
El argumento del Gobierno para imponer este impuesto temporal es que con la subida acelerada de tipos de interés por parte del BCE obtendrán beneficios extraordinarios. Las tasas más altas aumentan los márgenes de los beneficios de los bancos permitiéndoles cobrar más intereses por los préstamos. El BCE ha subido los tipos 125 puntos básicos en lo que va de año y está dispuesto a subirlos otros 75 puntos básicos hasta el 1,5% la próxima semana.
Sin embargo, los bancos han estado cuestionando si realmente se trata de ganancias extraordinarias. Por un lado, argumentan que el impuesto se aplica sobre la renta y no sobre las ganancias, por lo que no se tienen en cuenta las provisiones que realizarán las entidades. Por otro lado, afirman que el sector todavía se están recuperando de una década de bajas tasas de interésque pasó a ser negativo y condujo al colapso de la rentabilidad empresarial y de las cotizaciones bursátiles.
Gobierno se ha asegurado de que los bancos no repercutan el impuesto a los clientes. Para ello, ha incluido en el texto de su propuesta la prohibición de transmitirlo en forma de aumento de crédito, y cuyo incumplimiento constituirá una infracción grave. Por su parte, el banco defiende que esta disposición va en contra de la normativa europea. Y es que, la EBA obliga a los bancos a tener en cuenta todos los costes relevantes, incluidos los impuestos, a la hora de fijar los precios.
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ya advirtieron sobre este tema el pasado mes de julio durante la presentación de los resultados del primer semestre. “Tenemos normas de buenas prácticas de la Autoridad Bancaria Europea que dicen que repercutimos todos los costes, de capital, operativos, crediticios y fiscales. No podemos darnos el lujo de ir en contra de la normativa europea”, explicó en su momento.
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