Un terremoto ha sacudido la televisión española. La noticia de la próxima jubilación de Paolo Vasile, El consejero delegado de Mediaset España, tras 23 años en el cargo, ha hecho temblar los cimientos de la industria audiovisual española. La noticia no ha llegado en ningún momento: el canal estrella del grupo de comunicación, Telecinco, vive su peor momento histórico de audiencias. El final de la era Vasile conoce el ocaso de una modelo que reinó durante años en la televisión nacional pero que ahora muestra signos evidentes de agotamiento. El propio ejecutivo italiano lo resumió en una entrevista con El PAÍS esta semana cuando se le preguntó por la pérdida del liderazgo de Telecinco: “Tiene dos explicaciones: un ciclo muy largo de liderazgo y el desgaste de los programas, que es inevitable”. Aunque sus datos distan mucho de ser catastróficos y mantiene un gran número de fieles, se ha visto superado por el eterno rival. Ha llegado el principio del fin de un modelo televisivo que reina en España desde hace una década.
Telecinco fue la cadena más vista cada año desde 2012 hasta 2021. Su propuesta televisiva se basa en una apuesta firme por el directo, los reality shows, el corazón (con su propio ecosistema de celebrities) y la creación de un universo autónomo que se retroalimenta a lo largo toda la parrilla. De esta forma, es muy probable que algo comentado El programa de Ana Rosa en la mañana continúa Sálvame por la tarde para tener su próximo capítulo en el la realidad en turno de noche. “Incluso antes de la pandemia, yo decía en clase que podía haber una hecatombe de zombis, que podían seguir emitiendo porque tienen un universo muy cerrado con una programación muy bien estructurada”, cuenta Sonia Blanco, profesora de programación televisiva de la Universidad. de Málaga.
Pero la luna de miel con el público comenzó a llegar a su fin hace ya un año. En junio de 2022, Antena 3 se proclamó líder de la temporada televisiva por primera vez en su historia. Si nada cambia, la cadena cerrará 2022 a la cabeza de audiencias: el share diario medio de Antena 3 en lo que va de año es del 13,8%, frente al 12,6% de Telecinco. Los expertos coinciden en el diagnóstico de Vasile al señalar el desgaste de la fórmula. “Las parrillas de programación empiezan a fallar cuando se estancan, y la de Telecinco lleva mucho tiempo estancada”, dice Sonia Blanco. “Nunca he visto una parrilla que funcione en toda mi vida, porque las audiencias cambian, los programas cambian y la oferta audiovisual cambia”, agrega.
“Hay desgaste en el modelo, porque es el único que tienen. Llevan muchos años apostando todo a un caballo, que ha sido un caballo ganador durante mucho tiempo, pero se ha desgastado”, coincide Mariola Cubells, periodista especializada en televisión. Este analista apunta otro factor que tiene que ver con el contenido de los programas: “Tantos años de escarbar, tantos excesos, tantas humillaciones en vivo, tantas agresiones verbales, han hartado al espectador. Han acostumbrado al público a un fuego muy vivo, con mucha leña ardiendo. Hay que mantener la capacidad de asombro, y no tienes más miserias que contar”. En esta línea, Cubells apunta a la pandemia como otro factor que ha influido en la caída de Telecinco y el ascenso de Antena 3. “Había cierta necesidad de calma, que es justo lo que Mediaset no ofrece”.
Una de las ventajas del modelo de Mediaset es que se basa en formatos de bajo coste y alta rentabilidad: el día transcurre con programas que duran varias horas y con colaboradores y presentadores que van de un espacio a otro. Para Natalia Quintas Froufe, catedrática de Comunicación Audiovisual de la Universidade da Coruña, lo que antes eran los puntos fuertes de Telecinco ahora son debilidades. “Apostar mucho por los directos y los reality de televisión. Antes no podíamos ver eso en casi ninguna pantalla, pero ahora está en nuestras redes sociales a diario. Y los personajes que tenían, sobre los que construyeron toda su programación, ya están agotados. Han intentado renovar pero no tienen el carisma ni el atractivo que tenían.

Otra clave tiene su propio nombre: Clave. La pérdida del concurso por Telecinco en octubre de 2019 y su reaparición en mayo de 2020 en Antena 3 Es un punto de inflexión que señalan los expertos. No sólo por el programa en sí, sino por lo que arrastra y por cómo ayudó a zanjar las milla de oro de Antena 3, imbatible en audiencias: Clave, Antena 3 Noticias 2 (presentado por Vicente Valles) y el hormiguero. José Manuel Eleta, adjunto a la dirección de la consultora Barlovento Comunicación, dedicada al análisis de audiencias, destaca algunos de los movimientos clave de Antena 3 que la han llevado al liderazgo. Uno de ellos fue la eliminación, en 2018, de Los Simpson de la franja de las dos de la tarde poner en su lugar la rueda de la suerte. “Mucho la ruleta como Clave ejercen un efecto de arrastre del público hacia la noticia que les ha hecho dispararse. También fue sorprendente el éxito en la programación telenovelas turcas, especialmente por la tarde con tierra amarga. Es una franja de fidelidad extrema, y si logras consolidar un producto ahí, lo tienes amarrado por mucho tiempo. Esto lo hace débil Sálvame y la tarde está complicada para Telecinco”.
Por eso, en el cambio de tendencia de las audiencias televisivas, Eleta suma al agotamiento de la fórmula de Telecinco el buen hacer de Antena 3. “Se han puesto en la mente del espectador como la antítesis de Telecinco, y han sabido blanco y entretenido programación, con programas familiares”. Sonia Blanco apunta en la misma dirección. “Antena 3 hizo muy bien en decir ‘Esta guerra la he perdido’, abandonó el cotilleo y las noticias sociales y se dedicó a entretenimientos más blancos, concursos, concursos de talentos, El hormiguero y la actualidad en La Sexta. Fueron a por el público que ya no encontraba entretenido Telecinco”.

Otro factor sociológico también explica este cambio, y es cómo Antena 3 ha orientado su programación hacia el público mayor de 55 años. Los espectadores mayores de 55 años consumen tres veces más televisión que los de abajo, por lo que retener a esos espectadores es fundamental. En lo que va de año, la edad media de la audiencia de Telecinco es de 57 años, frente a los 61 años de Antena 3, según datos que maneja Barlovento Comunicación. La edad media del espectador del canal de Atresmedia es incluso superior a la del espectador de La 1 (60 años), un canal que tradicionalmente se considera que tiene una audiencia muy mayor. Desde Barlovento destacan otro dato: hace cuatro años, la edad media del público de Antena 3 era de 57 años. En tan solo cuatro años, ha envejecido en cuatro años la media de edad de su audiencia. Eleta explica este llamativo giro por el tirón de las series turcas y, sobre todo, de las competiciones: el público que celebra Clave es mayor de 64 años y la ruleta es aún mayor.
Por el contrario, Telecinco obtiene mejores resultados entre el público menor de 55 años que entre los mayores. El problema es que el público joven es el que más rápido ha migrado a las plataformas y otras formas de consumo audiovisual. “Las plataformas le están quitando audiencia a todos los canales tradicionales, hay una caída del consumo del 7 al 10% que está afectando, sobre todo, a la audiencia más joven, que está más en Telecinco que en Antena 3”, explica Eleta. En cambio, Telecinco puede presumir de tener una audiencia más fiel que el resto de canales. En lo que va de año, Antena 3 ha captado una media de 12,5 millones de espectadores únicos diarios (número de espectadores que dedican al menos un minuto al día a la cadena) para una cuota del 13,8%. Telecinco alcanza los 10,6 millones de espectadores únicos diarios con un 12,6% de share. Y La 1, que probablemente registró su peor año de audiencia de la historia y se sitúa ahora en un 8,5% de share medio, cuenta con 11,1 millones de espectadores únicos. Es decir, cuatro puntos menos de share que Telecinco pero medio millón más de espectadores a lo largo del día. “Telecinco tiene menos espectadores únicos pero consumen muchos más minutos al día”, resume Eleta.

Problemas similares a los de Telecinco afectan a Cuatro, un canal que, según los expertos, lleva años sin saber a qué público se dirige. “Es una continuación de Telecinco. Desde fuera, la estrategia que propusieron de trasladar algunos contenidos de Telecinco a Cuatro no parece tener sentido, solo han conseguido diluir su identidad”, dice Natalia Quintas. “¿Cuatro tiene algún sello de identidad? No, podías encontrar programas intercambiables en una cadena y en otra, cosa que no pasa con Antena 3 y La Sexta, tenían claro a lo que apostaban”, defiende Mariola Cubells.
Ahora, Mediaset se enfrenta a un futuro incierto en un panorama audiovisual que cambia a la velocidad de la luz. “Hay que medir muy bien qué queda, qué público está dispuesto a volver, dónde está ese público que duda, en qué cadena, en qué franja o si está fuera, e ir a por él para que vuelva”, dice José Manuel Eleta. “No creo que hayan hecho una reflexión global de lo que está pasando”, añade Cubells. “Creo que esto los ha sacudido y no tienen nada planeado. Cuidado, tampoco es un cataclismo, todavía tienen su parte de audiencia, la gente piensa que lo está haciendo peor de lo que lo está haciendo. Pero en un año se ha notado mucho”, completa. Sonia Blanco cree que han intentado introducir cambios para superar la situación, pero moviéndose en los mismos parámetros que manejan (reality television, crónica social…) y sin mucho éxito. “Hacer borrón y cuenta nueva supondría empezar de cero con las audiencias, la transición hay que hacerla con mucho cuidado”, defiende. “Significará transformar tu modelo, no es un cambio de programa y ya. Será un proceso lento”, dice Natalia Quintas Froufe. “Vasile es historia de la televisión. Pero su televisión no es la televisión de hoy”, concluye.
Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Gorjeo apuntarte aquí para recibir nuestro boletín semanal.
Recibe el boletín de televisión
Toda la actualidad de canales y plataformas, con entrevistas, noticias y análisis, así como recomendaciones y críticas de nuestros periodistas
Leave a Reply