Esto no es todo. La píldora de movimiento también reduce el riesgo cardiovascular: Los pacientes con esta enfermedad tienen de 1,2 a 2 veces más riesgo de desarrollar patologías en las arterias coronarias que la población general, detalla Vctor Díaz. Diferentes tipos de ejercicios tienen efectos positivos en las articulaciones, explica el experto. Así, los de movilidad aumentan el rango de movimiento; Los ejercicios de fuerza fortalecen el tejido conectivo y los tendones, mientras que los ejercicios de carga cíclica, como el ciclismo, mejoran la integridad del cartílago y la lubricación de las articulaciones.
Se recomienda hacer ejercicio siempre y cuando el paciente no se encuentre en un estado de inflamación, ya que si se sobrecarga la articulación puede empeorar.
Cuando el estado de inflamación es alto, la Dra. Ana Ortiz recomienda no forzar la máquina: Se recomienda hacer ejercicio siempre y cuando el paciente no esté en estado de inflamación, ya que si se sobrecarga la articulación puede empeorar. En otras ocasiones, la actividad física es beneficiosa y ayudará a frenar o ralentizar el deterioro de las partes afectadas, apunta. Sí, con cabeza. Los ejercicios aeróbicos, por ejemplo, debe realizarse minimizando el impacto, destaca Vctor Daz. Por lo tanto, la bicicleta o a natación son buenas opciones. El paciente tampoco debe olvidarse de la fuerza.
Pero a las claves de movimiento de esta enfermedad se suma también la movilidad. Entre sus beneficios se encuentran: Reduce la rigidez, la incomodidad o el dolor y aumenta la capacidad de movimiento. Además, este tipo de ejercicios brindan un ambiente propicio para que los músculos ejerzan fuerza, explica Díaz. ¿Cómo se podrían presentar? Hay varias pautas. La más importante puede ser a primera hora de la mañana, cuando el paciente se despierta rígido. También propone realizarlas a lo largo del día a base de pequeñas pastillas de movimiento, o como calentamiento previo al entrenamiento. Una decisión que se deja al gusto del consumidor.
Si bien el acompañamiento de un profesional de la actividad física especializado en la pauta de una patología es lo más útil, no siempre es lo más realista. Por ello, Vctor Díaz ofrece una serie de recomendaciones generales que todo paciente podría cumplir. Se deben mantener niveles adecuados de actividad física diaria, con al menos 7.000 pasos que se pueden repartir a lo largo del día, también debes incluir ejercicios de movilidad la mayoría de los días, ejercicios aeróbicos de baja o moderada intensidad, como ciclismo 150 minutos a la semana, y por último, una rutina de fuerza dos o tres días a la semana, por la mañana. que se trabajen todos los grupos musculares, concluye la experta. El ejercicio evitará un círculo vicioso: a menos movimiento, más dolor y por tanto menos ganas de hacerlo.
Puntos importantes a tener en cuenta al empezar a moverse
- Un poco de ejercicio es mejor que nada. Los de tipo moderado no suponen ningún riesgo para los pacientes.
- Deben evitarse deportes con alto nivel de contacto físico como el baloncesto o el fútbol.
- El ejercicio debe hacerse además de otras actividades diarias. En otras palabras, se recomienda que haya una rutina que dure al menos 10 minutos.
- Hay que empezar poco a poco, y modificar la actividad según los síntomas.
- Las disciplinas acuáticas como la natación o el aquagym son una buena opción porque ejercen menos tensión sobre las articulaciones que otras actividades practicadas en tierra. Esto es especialmente útil cuando el daño en las articulaciones hace que sea difícil soportar bien el peso del cuerpo.
Fuente: Sociedad Española de Reumatología
¿Artritis u osteoartritis? para que puedas distinguirlos
los artritis y el osteoartritis Son enfermedades reumáticas que afectan a las articulaciones. Aunque existe una superposición entre los dos, en realidad son patologías totalmente diferentes. Te explicamos las diferencias entre ambos y cómo detectar cada uno de ellos.
La clave para distinguir entre los dos enfermedades está en sus sufijos: si la raíz compartida Arturo proviene de la articulación en griego, la terminación –esindica inflamacióntiempo –osis se refiere a un degeneración o usar. Entonces, es claro que ambas enfermedades afectan las articulaciones, pero de diferente manera, aunque la síntomas pueden parecerse mucho entre sí.
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