Conscientes del panorama dibujado por la pandemia y la Guerra de Ucrania y las consecuentes crisis que atraviesa el planeta, la Red contra la Tuberculosis y por la Solidaridad (TBS Stop Epidemics Network) ha llevado a cabo la 1ª Jornada Conjunta de Centros Penitenciarios, Socio- Organizaciones Sanitarias y Humanitarias, …
Conscientes del panorama dibujado por la pandemia y la Guerra de Ucrania y las consecuentes crisis que atraviesa el planeta, la Red contra la Tuberculosis y por la Solidaridad (TBS Stop Epidemics Network) ha llevado a cabo la 1ª Jornada Conjunta de Centros Penitenciarios, Sociosanitarios y Organizaciones Humanitarias, dirigido a los diferentes profesionales implicados en el tratamiento de la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas, y con especial atención a los colectivos de riesgo.
Por qué “solos somos soñadores pero juntos podemos ser una herramienta”, argumentó en la presentación de este encuentro el Dr. Julio Ancochea, Presidente del Comité Científico de la Red TBS Stop Epidemics, quien agregó que “no solo colaborar nos enriquece, sino que conocer las diferentes experiencias es sin duda una oportunidad para todos“. Y así se materializó después de más de dos horas y media de un día. en línea que ha puesto de manifiesto los estragos de una situación, tal y como ha definido el moderador del encuentro, en la que el conflicto se ha situado como algo cotidiano. Un día a día en el que, para los miembros de esta entidad, la Solidaridad, con mayúsculas, es cada vez más necesaria para hacer frente a enfermedades cuyo denominador común está haciendo mayor mella en las poblaciones más desfavorecidas: la COVID-19 y la Tuberculosis no sólo comparten la imagen del pulmón que destruyen, pero siendo ambos un ejemplo de lo que es una epidemia de injusticia.
Gran trabajo de control en centros penitenciarios
Enrique Acín, jefe del Área de Salud Pública de la Subdirección General de Salud Penitenciaria del Ministerio del Interior, habló sobre la situación de las enfermedades infecciosas más prevalentes en las cárceles. La prevalencia conocida de VIH en las cárceles ha bajado del 32% en 1989 al 3,8% en 2021. Y los casos de tuberculosis en cárceles, 24 casos en 2021, en su mayoría hombres jóvenes, y con el dato importante de que el 100% de los casos en observación directa tratamiento. La prevalencia del virus de la hepatitis C en las cárceles es en cierto modo una historia de la que estar orgulloso: 48,6 % del 98 al 9 % en 2021 y solo el 0,9 % con carga viral positiva. En cuanto a la infección por SARS-CoV-2, la tasa de mortalidad en las cárceles ha sido muy inferior a la de la población general, y un dato llamativo: 0 muertos por Omicron.
Por su parte, Susana Catalán, médica del Centro Penitenciario Madrid V, de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, describió la situación en Soto del Real: Entre 1.000 y 2.000 internos con una rotación muy alta, son fundamentalmente presos preventivos. Para el manejo de enfermedades infecciosas, la doctora explica que tienen establecido un protocolo sanitario en el que destaca la búsqueda de sinergias con el apoyo del Servicio de Microbiología del Hospital Gregorio Marañón. Ejemplos de la actividad colaborativa son los 418 casos de COVID-19 pero ninguna muerte y en cuanto a casos de tuberculosis: 7 casos en los últimos cinco años, un ejemplo de por qué se debe insistir en el protocolo: tamizaje, historia clínica, tórax x- ray, frotis de esputo en serie, Mantoux…
Invertir, actuar… y evaluar: un programa que no se evalúa no existe
Así que defendió Joan Cayla, Presidente de la Fundación Unidad de Investigación de la Tuberculosis de Barcelona, quien reveló que todas las enfermedades de declaración obligatoria han sido afectadas por la pandemia, dejando un grave retroceso en toda la población”,ya no podemos hablar de inmigrantes ni de nativos“, argumentó este experto, aunque recordó que tradicionalmente el abordaje de la tuberculosis ha estado marcado por la migración como uno de los problemas (como el VIH/SIDA, las drogas, las pocas innovaciones farmacológicas o la pobreza estructural, todos ellos grandes aliados de esta epidemia). de injusticia que ahora es una sindemia junto con el COVID-19).
De hecho, según datos del Programa de Control de la Tuberculosis de Barcelona, ”un programa ejemplar y modelo para todos“Según definió el doctor Ancochea, el 67% de los casos en 2021 corresponden a personas nacidas en otros países, un ejemplo de lo que ocurre en las grandes ciudades, donde la enfermedad se concentra en determinadas zonas.
Joan Caylà recordó las recetas clásicas para la atención de la tuberculosis importada, destacando los pilares: mejorar el estudio de contactos, profesionales de enfermería de salud pública, agentes sanitarios y facilitar la tarjeta sanitaria y el cribado en el primer contacto con el sistema sanitario con PPD y radiografía de tórax ya que es posible que muchos pacientes no regresen cuando están programados para otra prueba.
En resumen, para este experto la clave es invertir, actuar… y evaluar, porque como afirma “un programa que no se evalúa es como si no existiera“.
Disminuye la detección de tuberculosis, también en España
En concreto, el “covidcentrismo”, como lo definió este ponente, ha hecho que desde 2019 la notificación de casos de tuberculosis haya caído un 23% en España, pasando de 4.400 casos en 2019 a unos 3.400 en 2021. Javier García Pérez, Presidente de NeumoMadrid y Secretario General de la Red TBS – Stop Epidemics no se cansó de ejemplificar lo llamativo que ha sido el impacto de la COVID-19 en el control de la tuberculosis, lo que ha obligado a los profesionales a cambiar enfoques y objetivos. “en 2021“, argumentó con datos de la Organización Mundial de la Salud, “la detección y tratamiento de casos está interrumpida en el 42% de los países del mundo, con 6,3 millones de casos más y 1,4 millones de muertes más… que se sumarían a las que se habrían producido sin la pandemia“. El también responsable de la unidad de tuberculosis del Hospital Universitario de La Princesa recordó la nefasta asociación”baja detección, menos tratamiento, mayor mortalidad“. Pero parece que el rumbo está cambiando, y para ilustrarlo compartió los datos”no epidemiológico, sino descriptivode su hospital: 16 casos en 2017, 16 en 2018, solo 8 en 2020 y 6 en 2021 y parece que en 2022 se empezarán a diagnosticar más, y en estos nueve meses ya han sido 11. Para el doctor García Pérez es incertidumbre lo que marcará el futuro inmediato.
La importancia del tratamiento directamente observado
Especialmente en poblaciones vulnerables, así lo confirma el Dr. Xavier Casas, director médico de Serveis Clínics, quien explica la experiencia en atención sociosanitaria en un centro de referencia para la tuberculosis, donde se combina la hospitalización con el tratamiento ambulatorio. El Dr. Casas hizo mucho hincapié en la multidisciplinariedad y la atención integral, destacando el importante papel del Trabajo Social y destacando la gran labor que se realiza en los centros penitenciarios. También habló del progresivo aumento de la población inmigrante.
¿La esencia? Confianza y compromiso
Así que defendió Joaquín Rodrigo, Presidente de la Asociación Española de Medicamentos Biosimilares y CEO de Sandoz, en una presentación que elogió las bondades de los genéricos y biosimilares como herramienta para mejorar el acceso a los medicamentos, un gran desafío en un futuro no muy lejano y un aspecto en el que Julio Ancochea”debemos ir más lejos todos juntos“.
Coordinación, coordinación y más coordinación
Y si siempre es primordial, se vuelve imprescindible en el cuidado de los pacientes vulnerables. Así lo afirmó Francesca Sánchez Martínez, médica adjunta del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar de Barcelona. El Dr. Sánchez Martínez destacó la importancia de atender a los colectivos de riesgo y aquellas situaciones de vulnerabilidad social y volvió a incidir en las dificultades burocráticas y de acceso al sistema sanitario que tienen los inmigrantes. Destacar, según este médico, la importancia de cada profesional en el imprescindible abordaje integral: desde la gestión de casos hasta el trabajo social pasando por los agentes y mediadores sanitarios
Fátima Cabello, directora del Área de Salud de Cruz Roja Española, habló sobre la salud y los determinantes sociales tras el COVID-19, destacando la gran importancia de estos determinantes sociales. para el director la gran pandemia actual es la soledad, de los mayores y también de los cuidadores.
Así lo demuestran los informes de vulnerabilidad que Cruz Roja realiza entre sus usuarios. Unos informes que, según Cabello, han mostrado que el perfil de la población a la que atienden se ha rejuvenecido: casi el 65% son mujeres de unos 55 años de media.
El titular de la Cruz Roja confirmó que el COVID-19 ha tenido un impacto en el aumento de la pobreza, la salud mental y global e incluso el medio ambiente. Y ya hay un 17% de sus usuarios que reconocen el cansancio pandémico, un 25% si se limita al grupo de personas mayores de 65 años.
Junto a la soledad de los mayores, Fátima Cabello destacó la posible fragilidad de la población joven, sobre todo en materia de salud mental, ya que la frustración y la desmotivación son generalizadas ante la incertidumbre con la que afrontan un futuro en el que apuntan a la falta de oportunidades. . .
El titular de Cruz Roja quiso destacar la constatación de la transmisión intergeneracional de la pobreza y reiteró el énfasis en la importancia de la situación del empleo, la vivienda, la pobreza energética, la economía sumergida… e incluso la divisoria digital que ha afectado a un gran número de escolares. Una pobreza que hace que, según Cabello, Cruz Roja Española haya visto aumentar un 30% la demanda de ayuda para cubrir las necesidades básicas.
Una pobreza que según TBS-Stop Epidemics Network es sinónimo de injusticia, y más en pleno siglo XXI. Por eso sigue trabajando intensamente para vencer las enfermedades infecciosas contagiando compromiso y solidaridad con acciones como esta I Jornada Conjunta de Centros Penitenciarios, Centros Sociales de Salud y Organizaciones Humanitarias.
Porque como concluyó el Dr. Julio Ancochea: “Solidaridad no es dar lo que sobra, es compartir lo que se tiene, porque juntos podemos llegar más lejos, volar más alto e incluso, por qué no, ser soñadores y mirar a la luna a los ojos.“Y la Red-TBS Stop Epidemics lleva más de una década uniendo entidades y profesionales en un sueño cada vez más real.
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