Como confeti caía sobre Griezmann en Villamarín los pedazos del Excel triturado de aquella cláusula que hasta hace poco le enjaulaba. Porque el francés justifica el cholismo. Porque dos años después el francés vuelve a ser lo que hizo Simeone: su obra maestra futbolística. Doblete ante el Betis y vida como siempre en LaLiga. El Atleti, tercero, que Barça y Madrid se sienten al acecho en las sombras del cuello si fallan. Un Atleti que fue ante todo fiel a sí mismo. Un Atleti cholista. Con Griezmann se puede. Con Griezmann todo es posible. Incluso si sufres. Porque en el Villamarín también sufrieron.
El chirrido de las pizarras inundó el Villamarín en cuanto el colegiado pitó el inicio. Pellegrini superó a Carvalho por falta de Canales. El Cholo dio alas a Correa y Saúl. Pero sin volar. Oblak volvió a la portería planteada en su palo más cholista, el 4-4-2, y resistiendo como único juego. El Betis se abalanzó inmediatamente sobre él, arañando y tatuando su nombre en el cuero, combinando y jugando lo que Guido quisiera jugar. Los rojiblancos, abigarrados en su territorio, apretaron las líneas como dientes en el bruxismo. En ataque no existieron. De modo que. La primera parte fue un solo de supervivencia sin balón.
Porque mientras el Betis se movía y se movía buscando una grieta en el equilibrio defensivo cholista, los del Cholo se convirtieron en diez Reinildos, impertérritos ante la amenaza del baile, que sin Fekir (banco) y Canales lo hicieron sin chispa, a tropezonessin encontrar un resquicio. Era el 18 cuando Pellegrini pateaba el aire en su banquillo. Su plan acababa de dejar una grieta en la retaguardia: Luiz Felipe cayó lesionado, mordido por detrás. Víctor Ruiz, frío, ocupó su lugar atrás. Pero salvo las bromas que intentó Griezmann, nada preocupó al Atleti. Ninguno de sus compañeros lo siguió..
Fue sobre los hombros del francés, cómo no, que el Atleti intentó acercarse a Rui Silva. Griezmann bajó, subió, buscó y arrancó la pista de baile de Pellegrini que intentaba plantar el Betis. Sin rayar, eso sí. Las posibilidades eran como los cometas Halley por la tarde, acercándose a los goles cada gran cantidad de veces. Y muy ligero. Y casi como pedir perdón. Todos tiros fuera, casi todos volando por encima de la cabeza de Oblak. Pero eso es colismo. Soportar. Y roba, corre y mata cuando te toque. El Betis intentó huir del sopor que instauraba el Atleti, cuando adelantaron sus líneas de presión, a esta hora de la siesta, moviéndose para deshacerse de ellas si llegaban al área de Oblak. Pero Iglesias se escapó y el portero atrapó en dos cuentas. Pero cuando lo hicieron, todos los demás fueron balas en blanco. Y lo que está escrito: en el aire. O demasiado cruzado. Como aquella volea de Grizi después de que Rui Silva le regalara un balón en el saque justo cuando llegaba el descanso.
la hora de griezmann
Cuando empezó la segunda parte, el Atleti decidió sudar. Sobre todo porque cuando decidió despertar, Reinildo, incomprensible, falló un control y el balón quedó para la carrera de Borja Iglesias en un contragolpe que Luis Henrique llevó a la red.. Pero El Panda había comenzado a correr fuera de juego. Cancelado. La respuesta rojiblanca fue un gol olímpico de Griezmann.
Porque la apuesta del Cholo este verano, contra todo y contra todos, se vio recompensada otra tarde en la que el tiro de esquina del francés voló cerrado hacia Rui Silva. Porque la confianza en el francés siempre tiene premio. El balón rebotó dos veces antes de colarse en la portería sin oposición bética. En su catálogo particular faltaba la portería olímpica. Pero ya no más. El Cholo apretó los puños en su banquillo. El plan, perfecto otra tarde. Pellegrini no le dio el cuello de la camiseta otra tarde ante Simeone, y ya van nueve. Pero el cholismo también es esto: aguantar hasta que aparezca Griezmann. Por cierto, es octubre y ya tiene un gol más que en la pasada LaLiga. Y pronto serían dos.
Porque una combinación de Cunha y Correa acabó en los pies del francés que coló el balón entre las piernas de Rui Silva. 0-2. El Betis solo volvió al partido cuando Fekir abandonó el banquillo. En el primer balón, una ocasión. En el segundo, traspasó la red rojiblanca con un lanzamiento de falta directa dirigido a la red por un Oblak que pudo hacer más. El Betis se lanzó como una avalancha sobre el cholismo, sobre un Atleti ya sin Griezmann. Y Álex Moreno estampó un balón en el larguero. Pero el primer principio cholista es saber sufrir. Además de Griezmann, claro.
Cambios
Víctor Ruiz (19′, Luis Felipe), Matheus Cunha (58′, Álvaro Morata), Joaquín (64′, Rodrigo), juan cruz (64′, Luiz Henrique), nabil fekir (74′, Andrés Guardado), João Félix (75′, Ángel Correa), aitor ruibal (75′, Youssouf Sabaly), Yannick Carrasco (75′, Antoine Griezmann), Rodrigo de Paul (85′, Saúl Ñíguez)
metas
0-1, 53′: Griezmann0-2, 70′: Griezmann1-2, 83′: Fekir
tarjetas
Árbitro: Jesús Gil Manzano
Árbitro VAR: Xavier Estrada Fernández, Pau Cebrián Devís
Nahuel Molina (37′, Amarillo) guido rodriguez (56′, Amarillo) Morata (57′, Amarilla) Kondogbia (68′, Amarilla) rui silva (88′, Amarilla)
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