Grifols, voto de confianza a la espera de medidas concretas | mercados

Grifols sufre este año una caída bursátil estrepitosa cercana al 50%. El pesimismo ha hundido el valor a un mínimo de 10 años en medio de grandes incertidumbres sobre su negocio y su deuda. El primer paso que ha dado la compañía para intentar frenar la hemorragia ha sido el nombramiento esta semana de Steven F. Mayer, director desde 2011, como nuevo presidente ejecutivo en sustitución de Víctor Grífols. Para los analistas es una sabia decisión. “El mercado debería ser optimista con respecto a un nuevo CEO con experiencia en capital privado, fusiones y adquisiciones y reestructuración de balances; esta cita debería calmar a los bajistas”, dice Ignacio Albizuri, director de mercados de Miraltabank.

Los problemas de Grifols empezaron hace mucho tiempo, concretamente “con el inicio de la pandemia [desde marzo de 2020 cae el 75%], ya que una de sus principales fuentes de ingresos son los tratamientos con plasma, y ​​las donaciones de sangre se desplomaron”, comenta Joaquín Robles, de XTB. Posteriormente “compró Biotest, operación que se financió en su mayor parte elevando la deuda por encima de los 9.000 millones; suspendió el dividendo y S&P rebajó su calificación a B+ debido a un desapalancamiento más lento de lo esperado”.

Robles señala que “el nuevo presidente se enfrenta al reto de tranquilizar a los inversores en un entorno de subida de tipos, estrechamiento de márgenes y ralentización económica”. Por eso, antes de plantearse entrar en el valor sugiere “conocer las medidas para reducir la deuda, y los próximos resultados”. Como un aspecto positivo de la delicada situación financiera de GrifolsDivacons-AlphaValue recuerda que “no hay vencimientos de deuda importantes antes de 2025, lo que “limita el riesgo de cualquier pago inmediato”.

Pero los analistas quieren medidas concretas lo antes posible. “Cualquier operación que reduzca el apalancamiento sería fundamental”, señala Patricia Cifuentes, de Bestinver Securities, aunque sostiene que “una ampliación de capital a estos niveles parece descartada y el mercado apuesta por una conversión de acciones B en acciones A, lo que generar más algo de liquidez”. “Esto, o la entrada de capital, también podría ayudar a mejorar el perfil ESG de la empresa al diversificar la participación accionaria”.

El experto detalla cuáles son los puntos negros de la empresa: “La bolsa ha entrado en una espiral pesimista motivada inicialmente por su elevadísimo apalancamiento y por las dudas sobre la voluntad de la familia de hacer lo necesario para revertir la situación”. Paralelamente, el negocio continúa mostrando signos de debilidad. “El volumen de plasma obtenido está por encima de la pandemia, pero con una red de centros de donación un 50% mayor”, lo que sugiere que “en lugar de diversificar como prometieron en el pasado, han doblado la apuesta”. Además, “el producto que aún representa el 45% de las ventas (la inmunoglobulina) enfrenta por primera vez la competencia de los recombinantes, lo que sin duda presionará sus precios en el futuro”.

Pero Cifuentes da un voto de confianza al nuevo presidente: “Conoce la industria y jugó un papel destacado en la mejora de la rentabilidad de Talecris en el pasado”, asegura.

Antonio Aspas, socio y consejero-secretario de Buy & Hold, afirma que hay otras soluciones para Grifols: “Una rápida mejora del negocio y la venta de activos”. Para el inversor, la marcha del negocio “supondría un fuerte repunte de las acciones, mientras que una subida sería muy negativa, tanto por el efecto dilución como por el hecho de que tendría que realizarse con un fuerte descuento”.

Sin embargo, Ignacio Albizuri se inclina más por la ampliación de capital, “para dar tranquilidad también a los inversores, porque sus previsiones son relativamente optimistas, ya que tiene en el tintero a Biotest como palanca de crecimiento y generación de ingresos”.

Los expertos se inclinan por comprar y mantener

Puntas. Grifols atraviesa una de las peores rachas del mercado. Lo más positivo es que, a pesar de la incertidumbre que genera en estos momentos, no ha perdido el apoyo de los analistas. El 56,5% del consenso recogido por Bloomberg recomienda comprar; 30,4% mantiene y 13% vende. El precio objetivo medio se sitúa en 20,97 euros, lo que implica una revalorización potencial del 140% sobre el precio actual. Álvaro Arístegui, de Renta 4, actualizó esta semana sus previsiones para la compañía, reiterando la recomendación de sobreponderar porque “se sigue identificando un potencial importante”. En general, “seguimos anticipando la recuperación de los ingresos y la rentabilidad de las operaciones en el medio-largo plazo, pero aplicando una mayor prudencia en su celeridad”, dijo.

Cita. Grifols alcanzó un máximo de 33 euros en 2020. Su depreciación actual respecto a ese nivel es del 74%. La compañía se hizo pública en 2006 después de intentarlo dos veces antes. Debutó en 4,4 euros a través de un OPS para institucional; mantiene una subida que roza el 100%.

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