Juaneda crea una Unidad de Insuficiencia Cardíaca para la atención constante de los pacientes

Hospitales Juaneda ha puesto en marcha una Unidad de Insuficiencia Cardiaca (UIH) para el seguimiento de los pacientes con esta patología, con la atención y control de los casos desde la perspectiva y liderazgo de Yolanda Guijarro, reconocida profesional de Enfermería.

Yolanda Guijarro monitorea a los pacientes con insuficiencia cardíaca (IC), les brinda los cuidados necesarios para controlar sus síntomas y/o complicaciones y, en caso de ser necesario, deriva al paciente a un médico especialista en las comorbilidades más comunes en este ámbito.

Dr. Hugo del Castillo, especialista en Cardiología de los Hospitales de Juanedacon consulta en el Hospital Juaneda Miramar –donde se ubica la UIC– es el profesional de referencia, aunque no el único, para tratar las descompensaciones en pacientes con insuficiencia cardiaca.

Dr. Nuria Ribasla jefa de Medicina Interna del Hospital Juaneda Miramar, atiende desde su servicio muchos de los diagnósticos de los pacientes con IC que llegan a Urgencias, y el Dr. Raúl García, nefrólogo y director de la Unidad de Diálisis del Hospital Juaneda Miramar, se ocupa de los frecuentes complicaciones renales.

“En una unidad como esta -explica Yolanda Guijarro – el papel de la enfermería es extremadamente importante porque se encarga de gestionar cualquier tipo de sintomatología de estos pacientes, dudas o problemas que puedan surgir, incluso en casa, a través del teléfono”.

“Cuando llaman con estas dudas o problemas, si es necesario, se lleva al paciente a la Unidad o se deriva al recurso sanitario más adecuado. Esto genera tranquilidad al paciente porque sabe que si tiene algo fuera de lo común tiene un número de teléfono directo donde acudir.”

Además, cuando un paciente con IC acude a la enfermería “No los veo solo como pacientes cardíacos, pero de manera holística, global, monitoreando sus constantes y derivando al cardiólogo, al nefrólogo, al internista, lo cual se les agradece mucho”.

“Los pacientes con IC”, explica la enfermera, “pueden llegar a un punto en el que se pueden colapsar un poco con tanta medicación y tantos médicos que tienen que ver, por lo que tener una persona de referencia que les ahorre muchos paseos o citas les da mucha seguridad.”

La enfermera, como especialista del cuidado, está al tanto de lo que estos pacientes requieren, promoviendo el control ordenado de los signos vitales, como la frecuencia cardíaca (que se les enseña a tomar), así como otras, que aparecen en el dossier que se entrega. a ellos . “Se busca el control del correcto cumplimiento de la medicación y de los síntomas de alarma, como la hinchazón de piernas por retención de líquidos, o el cansancio, signos de alarma a los que quizás no se preste la debida atención”. “Junto con los cuidados -explica la enfermera Yolanda Guijarro- se da educación sanitaria a los pacientes”. La evidencia científica y la práctica clínica han demostrado que un mejor conocimiento de la enfermedad y habilidades de autocuidado mejoran la calidad de vida.

Uno de los profesionales de referencia de esta Unidad de Insuficiencia Cardiaca es el Dr. Hugo del Castilloespecialista en Cardiología: “La IC es una enfermedad en la que, por diversas razones, el corazón no puede bombear sangre adecuadamente”. La insuficiencia cardiaca “produce acumulaciones de líquido en diferentes partes del cuerpo, especialmente en los pulmones, ocupando espacio donde normalmente debería haber aire, dificultando la respiración del paciente” y se asocia “a otras enfermedades del corazón”:

“Los pacientes que han tenido un infarto o arritmias -sigue explicando el cardiólogo- pueden desarrollar IC, así como enfermedades genéticas, como las miocardiopatías dilatadas, es decir, diferentes problemas que pueden alterar la anatomía del corazón y con ello su funcionalidad. ”

La HF, señala el Dr. Hugo del Castillo “Es una de las grandes epidemias del siglo XXI y hay estudios que indican que el 50 por ciento de los pacientes con esta enfermedad tienen riesgo de morir en cinco años, es decir, si no se controla genera una mortalidad muy alta”.

El síntoma más frecuente de la IC “es dificultad para respirar, por la acumulación de líquidos que pueden afectar a los pulmones, algo que se nota incluso cuando los pacientes están tumbados y por lo que necesitarán más cojines para dormir.

Estos líquidos también se acumulan en las piernas, que se hinchan. La Unidad de Insuficiencia Cardiaca del Hospital Juaneda Miramar se concibe como interdisciplinar, con la participación de varios especialistas, pivotando todos ellos en torno a la figura de la enfermera Yolanda Guijarro, que lleva el control de los casos.

Dr. Nuria Ribasmédico especialista en Medicina Interna y jefe de este servicio en el Hospital Juaneda Miramar, es otro de los profesionales muy implicados en la Unidad de Insuficiencia Cardíaco, colaborando en el seguimiento de este tipo de pacientes.Al ingreso en el hospital de estos pacientes, debido a la diferente sintomatología que presentan, “normalmente somos los internistas los que realizamos el diagnóstico diferencial para poder identificar esta patología”, señala el Dr. Ribas. Y agrega: “Cuando detectamos un paciente con inicio de IC, iniciamos el estudio junto con el cardiólogo, hasta conocer la causa de este síndrome, que es fundamental para el diagnóstico ya que puede determinar el tratamiento”. “Si se trata de un nuevo episodio de descompensación de una IC ya conocida, es fundamental identificar y corregir las causas o factores precipitantes de la recaída, que pueden ser infecciones, descompensación tiroidea, anemia…”.

Estos pacientes suelen ser mayores. y por tanto pluripatológica con comorbilidades como diabetes, obesidad, fragilidad, deficiencia de hierro, disfunción renal, trastornos electrolíticos, infecciones, depresión, cáncer. “Los internistas ofrecemos un manejo integral de estos pacientes ante esta patología. Para cualquier programa de implantación terapéutica en insuficiencia cardiaca, es fundamental un seguimiento estrecho del tratamiento”, explica el Dr. Ribas.

El Dr. Raúl García, nefrólogo y jefe del Servicio de Diálisis Juaneda Miramar, otro de los profesionales implicados en esta Unidad, señala que estos pacientes “muchas veces tienen afectación renal a consecuencia de la medicación contra la IC”.

Esta afectación “puede ir desde la insuficiencia renal aguda hasta la insuficiencia renal crónica” ya que “la mayoría de los fármacos utilizados en el tratamiento de la IC suelen tener repercusión, pudiendo empeorar francamente la función renal”.

El papel de la Nefrología es “monitorizar y optimizar la función renal de los pacientes de IC, que permite usar más drogas que mejoran la función cardíaca, evitando complicaciones asociado con hiperpotasemia o uremia”.

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