La obesidad, la talla baja y la diabetes son los motivos de consulta más frecuentes en Endocrinología Pediátrica

MADRID, 11 (PRENSA EUROPA)

La obesidad, la talla baja y la diabetes son los motivos de consulta más frecuentes en Endocrinología Pediátrica, según los expertos reunidos en el II Curso de Endocrinología Pediátrica, organizado por Novo Nordisk y realizado con el aval de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP).

La primera en intervenir, la coordinadora del curso y especialista en Endocrinología Pediátrica del Hospital Universitario La Paz (Madrid), la doctora Isabel González, ha advertido que la obesidad infantil es una pandemia silenciosa que “debe ser considerada la enfermedad crónica más prevalente” .

“Y para frenar su crecimiento lo primero que se necesita es una conciencia social de la enfermedad, tanto por parte de los padres, de la sociedad, como a nivel político. La obesidad tiene que ser vista como una enfermedad multifactorial, compleja y heterogénea. verdadero problema de salud pública, con grandes repercusiones también económicas”, añadió.

En la mayoría de los niños y adolescentes, la obesidad está condicionada por múltiples factores, entre los que destacan los ambientales, la falta de ejercicio y la alimentación inadecuada. “La ventaja que tenemos en los niños es que si logramos establecer hábitos de vida saludables evitaremos que se conviertan en adultos obesos. A esto hay que sumarle que ya disponemos de fármacos para tratar la obesidad en adolescentes, lo que favorece el tratamiento de esta patología. , como complemento de la dieta y el ejercicio”, explica la doctora.

En definitiva, añadió, “se trata de realizar un abordaje multidisciplinar y un abordaje integral de los niños y adolescentes con obesidad. Y para ello es necesario contar con más apoyo sanitario institucional y la creación de centros de referencia y unidades multidisciplinares”.

Por su parte, la Dra. Marta Ferrer, coordinadora del curso y médico adjunto de la unidad de Endocrinología y Diabetes del Hospital Infantil Miguel Servet (Zaragoza), destacó la situación de la diabetes tipo 1 en los menores. Y es que, hasta la fecha, según esta experta, apenas el 30% de los pacientes pediátricos alcanzan las metas de control glucémico. Por ello, asegura que, “el principal reto es aumentar el porcentaje de niños con diabetes tipo 1 que cumplen metas de buen control metabólico y mejorar su calidad de vida”, explicó.

Y una de las principales causas de este descontrol glucémico es el incumplimiento del tratamiento prescrito. “Una falta de adherencia que se debe, sobre todo, a la omisión de las dosis de insulina, tanto bolus como basal. También es frecuente el inadecuado ajuste de la dosis a la ingesta de hidratos de carbono. En general, las transgresiones dietéticas y la omisión de los bolos son frecuentes en los adolescentes”, comenta el Dr. Ferrer.

En este sentido, para mejorar la adherencia terapéutica, el Dr. Ferrer destaca la importancia de la educación diabética, “sin ella, cualquier avance en el tratamiento no conseguirá los resultados deseados”.

Respecto a la talla baja, el Dr. Diego Yeste, coordinador del curso y jefe del Servicio de Endocrinología Pediátrica del Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona), afirma que “la orientación diagnóstica de un paciente con talla baja sigue siendo un tema difícil”. y proceso muy complejo.

“A partir de la información obtenida en una evaluación inicial, deberíamos establecer si el hipocrecimiento es de inicio prenatal o posnatal, si es armónico o disarmónico, y si presenta rasgos dismórficos o fenotipos sugestivos que hagan sospechar un síndrome genético asociado a la talla baja. De esta forma, podremos indicar las exploraciones complementarias más adecuadas para confirmar nuestra sospecha diagnóstica”, añade.

Y para que no se produzcan retrasos en este primer diagnóstico, “los pediatras de atención primaria tienen una gran responsabilidad a la hora de garantizar que el ritmo, la progresión del crecimiento y la maduración biológica del niño sean los adecuados. Se debe realizar una evaluación auxológica periódica para garantizar que su patrón de crecimiento está en línea con sus expectativas genéticas y además permite detectar sus anomalías lo antes posible. Para ello, se deben utilizar patrones de crecimiento normales actualizados que reflejen la aceleración secular en altura que se ha producido en nuestro crecimiento. poblaciones. Las últimas décadas”.

En cualquier caso, se están realizando importantes avances en el diagnóstico molecular de los trastornos del crecimiento. “Se está profundizando enormemente en la compleja regulación genética del cartílago de crecimiento y se están identificando nuevos genes y fenotipos de talla baja que antes se incluían en el amplio grupo de la talla baja idiopática”, indica el doctor.

De cara al futuro, el Dr. Yeste afirma que “la próxima introducción de la hormona de crecimiento (GH) de acción prolongada va a mejorar sin duda la adherencia al tratamiento por parte de los pacientes y, además, tendrá un impacto positivo en su calidad de vida”. Por último, quiere dejar claro que “estudios de farmacovigilancia a muy largo plazo han demostrado que la indicación del tratamiento con GH en pacientes pediátricos es segura y que no aumenta el riesgo cardiovascular, metabólico ni de desarrollar neoplasia”.

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