La práctica de ejercicio físico desde pequeños nos ayuda a envejecer mejor

Un artículo de la Coordinadora Nacional de Artritis (Conartritis)

Hay muchos mitos sobre enfermedades crónicas e incapacitantes como artritis reumatoide y espondiloartritis, principalmente por el desconocimiento que existe sobre ellos. Una de las creencias más extendidas es que estas enfermedades afectan únicamente a la población mayor, en la etapa de la vejez. Pero desde la Coordinadora Nacional de Artritis (ConArtritis) lo confirman: nadie está libre de estas dolencias y puede aparecer en cualquier momentoafectando incluso a la población joven y niños con la denominada artritis idiopática juvenil.

Por ello es importante incorporar, desde muy temprano, una rutina que incluye ejercicio físico como uno de los hábitos saludables más importantes para el envejecimiento activo. La práctica de ejercicio desde pequeños nos ayuda a envejecer de la mejor manera en buena forma física y con la mejor calidad de vida posible.

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Practicar ejercicio desde pequeños nos ayuda a envejecer en la mejor forma física y con la mejor calidad de vida posible

Como afirma el Dr. Manuel Romero, Jefe de Servicio de Reumatología del Hospital Quirón Salud Córdoba, «La práctica de ejercicio físico debe ser uno de los pilares fundamentales de la prevención y tratamiento de muchas patologías del aparato locomotor, entre las que destacamos artrosis, artritis y osteoporosis. Realizar ejercicio físico, tanto aeróbico como de resistencia, es fundamental para mantener una buena calidad de vida cuando llegamos a edades donde el deterioro de nuestro organismo forma parte del proceso natural de envejecimiento. Para ello, la realización del mismo debe incorporarse como práctica rutinaria desde la juventud y promover desde los profesionales sanitarios y colectivos sociales la importancia de realizar una práctica diaria e individualizada«.

Aunque el práctica diaria de ejercicio Es fundamental prevenir el desarrollo de enfermedades reumáticas y mejorar su capacidad funcional en aquellos pacientes en los que ya se han instaurado, siempre debe ser individualizado, teniendo en cuenta la edad y las diferentes patologías sufrimiento. Para ello es fundamental una correcta valoración por parte del profesional sanitario, en este caso el reumatólogo, quien junto a los rehabilitadores y fisioterapeutas informan al paciente de cómo y cuándo realizarla.

“En general, todo ejercicio físico debe Incorporar una rutina que se haga a diarioincluido ejercicios aeróbicoscomo caminar, trotar, nadar o andar en bicicleta continuamente; ejercicios de resistencia y tonificacion músculo con algo de peso para los diferentes grupos musculares; y de elasticidad. Sin embargo, siempre debe ser personalizado e individualizado para cada paciente teniendo en cuenta sus circunstancias personales».

incorporar uno rutina deportiva contribuye a nuestro estilo de vida beneficios notables para nuestra salud general y, en el caso de personas con enfermedades reumáticas como artritis y espondiloartritis, mucho más, con el añadido de que ayuda a aliviar principal síntoma, entre los que se encuentran los inflamación, la dolor generalizado en las articulaciones y rigidez matutina.

Para llegar a la madurez con una buena calidad de vida, los especialistas consideran que desarrollar algunos actividad física aeróbica de bajo impactocomo caminar a paso ligero, andar en bicicleta, nadar, bailar o ejercicios acuáticos, puede aliviar el dolor en las articulaciones mientras mejora el estado de ánimo y la calidad de vida

Lo más importante es incorporar algo de deporte a la rutina y ajustar el nivel de actividad física a los síntomas. Es normal sentir cierta incomodidad después de comenzar una actividad, pero seguir la rutina proporcionará un alivio del dolor a largo plazo. Hay que empezar poco a poco y estar atento a las reacciones del cuerpo. Las rutinas tienen que adaptarse y modificarse a medida que se van encontrando personas con estas dolencias.

El especialista Marcos Sánchez Polo (@msaludandperformance), Educadora Física Deportiva y Máster en Ejercicio y Nutrición para la Salud, comparte las siguientes rutinas, confirmando que el reumatólogo siempre debe dar al paciente el visto bueno para la práctica deportiva, que debe ser de baja intensidad y de forma progresiva:

  • ejercicios de flexibilidad
    Para mejorar el rango articular (ROM) y mantener la flexibilidad de las articulaciones afectadas y todos los músculos que las rodean. Es recomendable realizar estos ejercicios de flexibilidad por la mañana para poner en marcha las articulaciones tras el descanso nocturno.
  • ejercicios de fuerza
    El objetivo de estos ejercicios es fortalecer todos los músculos de manera que ofrezcan un mejor soporte a las articulaciones y una mayor protección a toda la estructura afectada. Se debe comenzar con cargas bajas y posteriormente aumentar el peso con el que se realizan los ejercicios. La técnica es muy importante en este tipo de ejercicio.
  • ejercicio aerobico
    Caminar, bailar o cualquier máquina estática puede ayudar a estos pacientes a mejorar su capacidad cardiorrespiratoria y con ello mejorar su calidad de vida, reduciendo el estrés, la ansiedad y otros factores asociados a la patología. La OMS recomienda 150 minutos de actividad moderada, repartidos en varios días.
  • ejercicio de conciencia corporal
    En este apartado se incluyen los grandes olvidados en muchos casos, los ejercicios de equilibrio, postura, propiocepción o coordinación. Son ejercicios complementarios a los 3 bloques anteriores pero cobran mucha importancia cuanto mayor es el paciente.

No olvides otros hábitos, como llevar un dieta saludable baja en grasas y sal, incluir un extra de vitamina C en nuestra dieta, mantener el control de nuestro peso y seguir una rutina de horarios saludable para conseguir un sueño reparador.

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