La primera entrevista con Jorge Sampaoli

Jorge Sampaoli volver cinco años después a Nervión. El sábado dirigirá su primer partido ante el Athletic Club, pero este jueves ya bajó al césped para atender a los medios oficiales. El argentino reconoce que llega “con emociones y recuerdos muy gratos de cuando estuve aquí y con la ilusión de poder generar la misma idea que él tenía en ese momento”. Vengo con un aire de energía positiva para generar modificaciones a corto plazo. A partir de hoy hay una idea diferente que debe desarrollarse con poco tiempo, porque habrá más tareas visuales que trabajo en el campo y una reconstrucción del juego que nos permitirá generar superioridad sobre los rivales con buenas transiciones, como la de Sábado. Si no se desarrolla esa superioridad, seguramente vamos a sufrir”.

Sobre el estado de ánimo de la plantilla, cree que “el fútbol y la vida te ponen en estas circunstancias y no siempre tienes la posibilidad de ganar. Hoy ha jugado esto y tenemos que estar unidos desde el presidente hasta el utilero, sin reproches y sabiendo que esta es la plantilla que tenemos, que hay que mejorar la forma y tener respeto por la idea actual y que sea rápido, porque una vorágine de negatividad haría mucho daño. Desde hoy es presente y el pasado fue muy bueno durante tres años, al final no tanto, pero este nuevo proceso tendrá que recurrir a herramientas que nos permitan modificar la historia actual. Hay una incredulidad del público hacia el equipo y hay que reconstruir la de los de adentro transmitiéndola a las de afuera. El jugador tiene que estar a la altura de la necesidad popular del club, el escudo, el protagonismo y la búsqueda. Así fue que logró tanto en la última era”.

Ha estudiado muy bien a su nueva plantilla: “Son jugadores que van mucho al pie, que necesitan asociación en varios pases para llegar al campo rival y la idea es tener muchas alturas para que el balón llegue al jugador, con otra disposición y más volumen de ataque entrar al campo rival sin jugar de ida y vuelta, porque ahí hay mucho desorden y diferencia física. Hay que tener un recurso, respetarlo y respetar esa idea que mejora la competitividad, porque cuando pasa algo malo el equipo se derrumba”. Además, habló de la comparación con su primera etapa: “Con Monchi hicimos un equipo a mi manera. . No hubo queja porque lo construimos nosotros mismos y disfruté viendo al equipo tal como lo planeé. Me toca volver ahora después de estar en Francia, con un equipo que ahora tengo que construir yo mismo con la plantilla que tengo. Si quiero ser vertical con jugadores que juegan a otra cosa, me equivocaría. Hay que buscar una versión del protagonismo de otra manera”.

Con su regreso, rompe una de sus máximas: “Desde que me fui siempre seguí al Sevilla porque uno siempre se acuerda del sitio donde fue feliz. Hoy me están recordando mi frase de no querer volver a donde era feliz para no llevarme una mala sorpresa. Hay muchos argumentos que me hacen pensar que esto se puede cambiar., optimizando la capacidad de cada jugador. Estamos conociendo a los jugadores hoy y tenemos que satisfacer la necesidad de la gente. Vengo con la intención de darle libertad al equipo para jugar y pensar en la portería rival, dándole herramientas para que lo haga desde donde pueda”.

“Siempre dije que no me gusta volver a donde era feliz, pero hay muchas discusiones”

Además, se le preguntó sobre nombres propios, como los de la línea defensiva: “Kike Salas y José Ángel lo pasaron mal en un momento complicado, con la lesión de Marcao y un Nianzou que no tuvo esa continuidad. Gudelj tuvo que jugar de central con mucha voluntad e intención, pero sin conocer muy bien su posición. A veces no llega a la voluntad y se necesitan especialistas, más que nada en las áreas. Hay un punto de trabajar la concentración y la contundencia, que tiene que ver con el estado emocional”. En cuanto a los anteriores, afirma que “son tres delanteros diferentes. Dolberg es combativo y participativo y bien al primer palo, Rafa Mir define muy bien y va al segundo palo con normalidad, y En-Nesyri es un revulsivo que se mueve mucho y hay que darle mas entendimiento con la linea anterior. Si pueden jugar juntos tienen que resolverlo ellos mismos, pero en esa alternativa tenemos que navegar y eso te da el conocimiento de los futbolistas. Tenemos que analizar las capacidades y profundizar en eso. No podemos inventar nada en un día”.

Sobre sus últimos proyectos, asegura que “en mi última etapa casi siempre sacaba los mismos puntos. Sevilla, Santos, Atlético Mineiro, Marsella… Ahora es más complicado porque pensar que esto se puede repetir… nunca Lo sé, pero inicié todos los procesos anteriores y aquí llegamos a jugar diez partidos en un mes. Así no vendría a otro club, pero aquí conozco a la gente, a Monchi, al presidente, al vicepresidente y a los utileros… Conozco el club. Si no fuera así, hubiera esperado el Mundial más tarde, pero pasó”. a la portería rival. Si se la doy a Isco, Papu o Suso junto a la portería, pasarán cosas, pero estaban muy lejos de la portería rival. Quiero que si tienen esa habilidad en el último tramo, jueguen en el último tramo”.

Ahora toca jugar mucho, sin poder entrenar tanto: “Nos dedicamos a lo visual, a la concepción de la idea que buscamos. A los futbolistas hay que conocerlos físicamente, anímicamente, porque los conocemos a base de analizarlos y eso solo significa el desarrollo de un momento. Hay que ver su potencial en un entorno diferente donde puedan dar su mejor condición. Hay herramientas para el desarrollo del juego y tenemos que trabajar para ser más agresivos en las áreas y la organización. Le pido a la gente que no viva de recuerdos. Estoy iniciando una nueva etapa y quiero ser algo que viva en el presente, ganándome el respeto de ahora en adelante. Para mí nace una etapa que me va a poner a prueba y tengo que estar preparado“.

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