La dermatitis atópica afecta al 15% de la población adulta en España. El sistema inmunitario cutáneo juega un papel muy importante en el desarrollo de esta afección, que se caracteriza por lesiones inflamadas. Lluís Santamaria, Catedrático de Inmunología Clínica y Traslacional de la Facultad de Biología de la UB, …
La dermatitis atópica afecta al 15% de la población adulta en España. El sistema inmunitario cutáneo juega un papel muy importante en el desarrollo de esta afección, que se caracteriza por lesiones inflamadas. Lluís Santamaría, Catedrático de Inmunología Clínica y Traslacional de la Facultad de Biología de la UB, director del grupo de investigación de Inmunología Traslacional del Parc Científic de Barcelona (PCB) e investigador especialista en medicina de precisión en dermatología e inflamación crónica humana, ha liderado un nuevo estudio centrado en los mecanismos moleculares de las formas moderadas a graves de la enfermedad. Los investigadores han identificado diferencias en la respuesta inmune en un grupo de pacientes adultos con características clínicas similares. Estos resultados podrían tener implicaciones para el desarrollo de tratamientos más personalizados contra la enfermedad.
“Por primera vez hemos podido identificar, dentro de un grupo de pacientes adultos con el mismo diagnóstico de dermatitis atópica moderada-grave, cuáles tienen una respuesta alta de linfocitos Th2 y cuáles tienen una respuesta baja. Estos resultados pueden ser de gran interés para poder estratificar a los pacientes y poder administrar terapias personalizadas.“, explica Lluís Santamaría.
Lidia Sans de Sant Nicolàs, estudiante de doctorado y primera autora de la investigación, y dermatólogos de diferentes hospitales catalanes, como Laia Curto y Ramon Pujol, del Hospital del Mar, Ignasi Figueras, del Hospital de Bellvitge, y Esther Serra del Hospital de Sant Pau entre otros. La investigación ha sido financiada por el Ministerio de Economía y Competitividad, el Instituto de Salud Carlos III y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
Una forma de la enfermedad con un gran impacto en la calidad de vida
La dermatitis atópica moderada a severa afecta a casi el 1% de los pacientes adultos con esta enfermedad, y se caracteriza por tener un gran impacto en su calidad de vida, fundamentalmente por el intenso picor que provoca en todo el cuerpo, lo que afecta la calidad del sueño. y muchos otros aspectos de la vida diaria. Una de las claves para mejorar el tratamiento de estos pacientes es identificar por qué reaccionan de forma diferente a las terapias farmacológicas. “Durante años se ha considerado que la dermatitis atópica es una patología heterogénea, tanto clínicamente como en la respuesta alérgica inflamatoria. Un indicador de esta heterogeneidad es que los tratamientos biológicos específicos no funcionan en todos los pacientes. Esto demuestra que, aunque hay pacientes que tienen las mismas manifestaciones clínicas, sus mecanismos moleculares subyacentes son diversos.“, explica Lluís Santamaría.
Investigación traslacional en colaboración con la clínica
Ante este desafío, los investigadores han utilizado un nuevo modelo ex-vivo con material clínico de 35 pacientes que reproduce los mecanismos de la enfermedad para estudiarla en detalle. “Los resultados obtenidos de modelos in vitro y modelos animales no siempre se pueden transferir a humanos. Por otro lado, los estudios transcriptómicos, genéticos y proteómicos requieren estudios funcionales para validar los mecanismos en pacientes. Realizamos investigación traslacional a nivel funcional, que relaciona directamente los resultados obtenidos en el laboratorio, con linfocitos y tejidos de pacientes, con sus características clínicas.“, añade el investigador.
En este modelo, los investigadores han trabajado con una pequeña subpoblación de linfocitos T de memoria de sangre periférica denominada T CLA+, que reflejan anomalías cutáneas presentes en enfermedades inflamatorias de la piel humana y que son clave en la generación y mantenimiento de las lesiones. Estos linfocitos fueron activados con la toxina del estafilococo aureus, un microorganismo que está presente en la piel y en las lesiones de la mayoría de los pacientes con dermatitis moderada a severa. “Estas toxinas afectan el sistema inmunológico, lo que desencadena brotes o empeora la enfermedad.“, subraya Lluís Santamaria, que lleva años trabajando en esta línea de investigación.
Diferencias en los mecanismos inmunes.
El análisis de la respuesta inmune de los pacientes mostró que se podían clasificar en dos grupos distintos, según tuvieran una producción alta o baja de interleucina 13 (IL-13) por parte de los linfocitos T CLA+ activados por la toxina del estafilococo aureus y que se correlaciona de forma diferente con las características clínicas de los pacientes, según el grupo al que pertenezcan. “Aunque ambos grupos fueron clínicamente homogéneos, esta estratificación sugiere diferencias en los mecanismos inmunológicos entre ambos grupos.“, enfatiza el investigador.
Esta diferenciación podría ayudar a adaptar las terapias a cada tipo de paciente y aumentar el éxito de los tratamientos en el futuro. “Actualmente existen varias terapias avanzadas dirigidas contra mecanismos del sistema inmunológico para el tratamiento de la dermatitis atópica moderada a severa que se administran en hospitales.. Además, se espera que se aprueben más en el mediano plazo. La aplicación de nuestros resultados y nuestras líneas de investigación actuales podrían contribuir en un futuro a determinar el tipo de paciente más adecuado para estos tratamientos.“, concluye el investigador.
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