La situación se está complicando en los últimos meses para un motor de empleo y exportación como el industria de materiales de construcción. Tras un 2021 afectado por el repunte tras la pandemia, la demanda interna apunta a enfriarse y las ventas al exterior se ven afectadas por la subida de los costes de suministro y energía. La esperanza es que la construcción perdure en 2023 con la apoyo de fondos europeos.
Dos subsectores poderosos, como el azulejero y el cemento, reclamo de estímulos para la actividad y alivio de cargas. El primero de ellos acumula 63 ERTEs en lo que va de año, 22 de septiembre, según la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), afectando a 7.200 empleados. Y entre las cementeras, donde la demanda interna es un indicador económico temprano, lleva cuatro meses de caídas en las toneladas vendidas.
Los patrones del cemento Oficiales Señala que el consumo en España se contrajo un 8,6% en julio y un 5,3% en agosto, respecto a los mismos meses de 2021, lo que deja un comportamiento plano en lo que va de año. En el año móvil (septiembre 2021-agosto 2022) la demanda gana un 2,8%, pero ya es dos puntos inferior a la registrada en junio. Con estos datos en la mano, el director general de la organización, aniceto zaragozaapunta a una desaceleración en la construcción desde antes del verano.
Mientras el desarrollo inmobiliario ha tirado por la borda, el corsé que estrecha los márgenes del solador es el de los costes energéticos, unido a la dificultad para importar arcillas por la guerra de Ucrania. Ascer estima que esta industria intensiva en gas consume el 8% del gas industrial de España en sus hornos y el 58% del que se utiliza en la Comunidad Valenciana, con 17 TWh en 2021 (un 27% más que en 2020 por el tirón de los 20 % en producción). Según las previsiones del equipo que dirige Vicente NomdedeuLa subida de los precios de la energía este año podría superar el 200% y suponer una losa de 2.000 millones solo para el sector gasista, desde los 678 millones de 2021 y los 280 millones de 2020. Su factura energética, incluida la luz, ya ha sido de 939 millones el año pasado ( 20% de los ingresos), con un aumento del 126%.
Los productores de materiales han bajado en España de 47.000 a 32.000 empresas desde 2008
El mecanismo de excepción ibérico acaba de llegar a las tejedoras como industria que se alimenta de la cogeneración a través de una treintena de plantas en la Comunidad Valenciana. Estos reutilizan el calor de los hornos de cerámica para generar electricidad y devolverla a la red. Pero aún se insiste en la necesidad de medidas adicionales para proteger la actividad.
En cuanto a las exportaciones de tejas, hasta julio cayeron un 2% en volumen, pero crecieron un 28% en valor gracias al aumento de precios para absorber parte de los sobrecostes. “Estamos lanzando el Valores que estábamos gestionando en un momento en el que la mayoría pensábamos en bajar la producción y ajustar la plantilla”, describe el directivo de una de las empresas que ya ha presentado un ERTE. los castellonenses Todagres y Azulejera Alcorense Son los dos últimos que toman la vía de los recortes de personal.
En Oficemen recuerdan que los costes eléctricos de sus plantas cementeras se han disparado un 400% en los últimos dos años y no se vislumbran grandes remedios mientras se agudiza la crisis energética en Europa. El traslado de esta situación a la tonelada de cemento deja una merma de 21% en las exportaciones hasta fines de agosto, mientras fabricantes de Argelia, Egipto o Turquía ganan competitividad.
Las empresas de cemento y tejas mueven hilos, en este contexto, para que Bruselas se atreva con iniciativas de defensa comercial para la industria europea.
6.000 millones en fondos para rehabilitación
La sucesión de crisis desde 2008 ha reducido en un tercio la producción de materiales de construcción. Datos facilitados por el empleador cepco indican la destrucción de 15.000 empresas, pasando de 47.000 a 32.000 en todo el país. La crisis financiera, con el consiguiente estallido de la burbuja inmobiliaria y el tijeretazo a la inversión pública en obra civil, y más recientemente la pandemia, los cuellos de botella en logística y la escalada de materias primas y energía, mantienen al sector.
Los cierres y la concentración empresarial han dejado un negocio menos fragmentado y capaz de crear empleo desde 2015. En cualquier caso, la sangría provocada por el derrumbe de la construcción ha hecho que baje de 570.000 a 380.000 trabajadores.
Las ventas al exterior están creciendo en estos momentos por el mayor precio de los productos
Las ventas al extranjero sirven como salvavidas en tiempos difíciles. Si antes de la crisis financiera se exportaban productos por 17.000 millones, el volumen ascendió a 30.400 millones a finales de 2021. Y la evolución este año sigue siendo al alza, más por el aumento del coste de los materiales que por las toneladas que abandonar. Las exportaciones de enero a julio se disparan desde los 16.700 millones de 2021 a más de 22.000 millones en el citado periodo de este 2022. Pero Cepco ve un frenazo: si el crecimiento fue de casi un 3% en las exportaciones en diciembre, las de julio apenas subieron un 1,5%.
El presidente de la patronal, Luis Rodolfo, confía en que el crecimiento de la industria de la construcción se acerque al 8% en 2023 gracias a las ayudas europeas para obra nueva y rehabilitación. Para ello, señala, es fundamental que los mecanismos de revisión de precios garanticen una correcta ejecución y que se consuman los 6.000 millones de ayudas para la rehabilitación de viviendas contempladas en el Plan de Recuperación. La menor presión de los costos de energía también es clave. Y el mecanismo de excepción ibérico es un comienzo.
En el sector se confía gran parte de las posibilidades de resistencia a la ejecución de fondos europeos y se cruzan los dedos para que la promoción inmobiliaria aguante el chaparrón del precio de los materiales y la subida de tipos. Si en 2021 se solicitaron visados de obra nueva para 108.000 viviendas en España, Asprima deja sus estimaciones en no más de 100.000 para 2023y algunos grandes promotores los bajan aún más.
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