Viajar por una autopista interplanetaria, a bordo de una vela propulsada por el viento solar o con un motor de iones… Este trío de estrellas es una buena propuesta para viajes extraterrestres a bajo coste, y no son ciencia ficción.
El ahorro en los viajes espaciales es una prioridad para las agencias espaciales, el ESA y la NASA principalmente. Recordemos que el costo de llevar un kilo de masa al espacio por medio de un transbordador superó los cincuenta mil dólares.
Con la entrada en la carrera espacial de entidades privadas como espaciox Se ha logrado reducir el precio de ganar un kilo por debajo de los tres mil dólares, haciendo más eficientes los cohetes y las naves espaciales. Pero hay más opciones, por ejemplo, reducir la cantidad de combustible necesaria para llegar a un destino, y las autopistas interplanetarias, las velas solares y los motores de iones hacen esto.
carreteras interplanetarias
Las carreteras interplanetarias se conocen como transferencias de baja energía. Son rutas que aprovechan la fuerza de gravedad que ejercen diferentes cuerpos para no consumir combustible. Podemos establecer la analogía con los vientos alisios y el viaje de las primeras expediciones a América. Los vientos alisios permiten que un velero sea empujado a través del Atlántico ecuatorial hacia América. Sin embargo, el regreso a Europa es a través del Atlántico Norte. De manera similar podemos viajar por el espacio. Para ello, lo que se conoce como carreteras interplanetarias.
Estos son objetos que, al igual que el viento, generan una corriente a través del espacio. Así, para viajar a la Luna, podemos utilizar una de estas corrientes asociadas al Sol y, en un determinado punto, cambiar la corriente con un pequeño impulso para llegar a nuestro destino. A diferencia de un viaje directo, que suele llegar a la Luna en 3 o 4 días, las autopistas interplanetarias suponen viajes de entre 3 y 4 meses, pero suponen un importante ahorro energético.
Velas solares impulsadas por el sol
La segunda forma de abaratar los viajes espaciales es cambiar la tecnología de propulsión. Hay dos tipos de técnicas que están cobrando importancia en las últimas décadas: las velas solares y los motores iónicos.
Un barco equipado con velas solares incorpora una estructura de un material ligero y fino que forma la vela, como por ejemplo vela ligera 2. Gracias al impacto de los fotones sobre la vela se consigue un empuje en sentido contrario al Sol. Dependiendo del ángulo de incidencia de la luz solar sobre la vela, es posible acelerar o desacelerar el barco. Esto nos permite llegar a diferentes puntos del sistema solar. LightSail 2 ha logrado poner en órbita un pequeño satélite alrededor de la Tierra utilizando su vela solar de 5,6 x 5,6 metros y el impulso de la luz solar. Sin combustible, LightSail 2 navega por el espacio con solo los rayos del sol.

La Sociedad Planetaria, CC POR
Las velas solares han protagonizado muchas obras de ciencia ficción. En soláriumpor Arthur C. ClarkeSe describen diferentes modelos de naves equipadas con velas solares que realizan una regata espacial entre la Tierra y la Luna.
El salto de la ciencia ficción a la realidad se ha ido realizando poco a poco y en la última década se han realizado varias pruebas de diseño. En 2010 la misión ÍCARO de la agencia espacial japonesa, JAXA, fue el primero en explorar Venus utilizando una vela solar para realizar maniobras interespaciales.
Recientemente también se está experimentando con el uso de velas solares para maniobrar en el entorno terrestre y lunar.

Josh Spradling (La sociedad planetaria)., CC POR
La ventaja de un motor iónico tipo Star Wars
La segunda de las nuevas tecnologías que se están imponiendo en los últimos años son las motores iónicos, popular en la ciencia ficción. Estos son los motores utilizados por el Destructor Estelar clase Imperial de Star Wars.

wiki de la guerra de las galaxias, CC POR
En el universo real, los motores iónicos ya tienen forma. Estos tipos de motores utilizan una corriente eléctrica para impulsar un flujo de iones. Gracias al principio de acción y reacción, la nave espacial es propulsada en dirección opuesta al chorro de propulsión. Esto es lo mismo que ocurre en los motores de combustión química tradicionales. Sin embargo, debido a la masa expulsada, la fuerza ejercida por un motor de iones es mucho menor que la fuerza de un motor de combustión. En cambio, el motor de iones puede estar operativo durante un período de tiempo más largo. Esto permite que se transmita una cantidad similar de energía.
Al igual que en las autopistas interplanetarias, los nuevos paradigmas tecnológicos permiten abaratar los costes de las misiones. A cambio, se aumenta el tiempo de viaje lo que los hace inviables para misiones tripuladas. Sin embargo, son ideales para misiones de suministro y envíos de recursos.
Los objetivos de las agencias espaciales incluyen establecer bases en el espacio, en la Luna o en Marte, y con una buena planificación, es posible reducir a la mitad el costo del envío de oxígeno, alimentos y otros suministros. La mitad de cincuenta mil dólares por kilo no es poca cosa.
Leave a Reply