Marte habría sido habitable para los microorganismos hace 3.700 millones de años. Nuevas investigaciones basadas en modelos geoquímicos y ecológicos confirman que durante parte de su historia el Planeta Rojo albergó condiciones potencialmente favorables para el desarrollo de la vida.
Es probable que el subsuelo del Marte primitivo haya sido habitable para microorganismos que se alimentan de hidrógeno y producen metano, según modelos geoquímicos y ecológicos cuyos resultados se publican en Nature Astronomy.
La producción de biomasa prevista puede haber sido comparable a la del océano primitivo de la Tierra y puede haber tenido un efecto de enfriamiento global en el clima primitivo de Marte, según este estudio.
La habitabilidad potencial del Marte primitivo, hace más de 3.700 millones de años, ha sido ampliamente debatida.
La evidencia sugiere que el planeta rojo albergó, al menos durante parte de su historia, condiciones potencialmente favorables para el desarrollo de la vida. Sin embargo, la probabilidad de tal escenario rara vez se ha establecido cuantitativamente, aunque la nueva investigación parece confirmarlo.
modelos predictivos
El autor principal de esta investigación, Boris Sautereyy sus colegas, modelaron la interacción entre el entorno primitivo de Marte y un ecosistema de hidrogenotrofos metanogénicos, microorganismos que sobreviven consumiendo hidrógeno y produciendo metano, que se consideran una de las primeras formas de vida en la Tierra.
Las simulaciones de los autores predicen que la corteza marciana era un lugar viable para este ecosistema, siempre que la superficie no estuviera completamente cubierta de hielo, y que podría haber producido una biomasa similar a la del océano primitivo de la Tierra.
El equipo predice que este ecosistema habría desencadenado un evento de retroalimentación con el clima de Marte, enfriándolo globalmente hasta 40 grados Kelvin y creando condiciones menos habitables más cerca de la superficie. Esto habría obligado a los microbios a moverse progresivamente hacia las profundidades de la corteza del planeta.
De cara al futuro, los autores identifican tres sitios; Hellas Planitia, Isidis Planitia y Jezero Crater, como los mejores lugares para buscar signos de esta vida metanogénica temprana cerca de la superficie de Marte.
¿Una especulación?
Jesús Martínez FríasEl geólogo planetario y astrobiólogo del IGEO (CSIC-UCM), considera, sin embargo, que esta investigación aborda la habitabilidad marciana desde un punto de vista teórico, realizando modelos de gran calidad, realmente interesantes y novedosos, aunque astrobiológicamente especulativos.
Agrega que considerar un “modelo ecológico” de Marte, cuando aún no hay evidencias de vida ni de sus potenciales biomarcadores, es un ejercicio interesante, con conclusiones válidas en cuanto a lo planteado y la metodología empleada, pero que requeriría mayor solidez. y rigor científico, más allá de lo puramente teórico.
La única certeza hasta el momento es que no hay evidencia de vida en Marte o biomarcadores de su existencia pasada o presente. Aunque no se descarta esta hipótesis, ni otras, no hay evidencias de la existencia de metanógenos ni en la actualidad ni en el pasado, apunta Martínez Frías.
De hecho, hay todo un debate abierto muy interesante sobre la existencia real (o no) del metano. Martínez Frías concluye que este punto debió haber sido abordado con mayor detalle, ya que la evidencia existente sobre el metano sigue siendo objeto de debate científico.
resultados consistentes
Sin embargo, César Menor Salvancatedrático de Bioquímica de la Universidad de Alcalá, considera que, aunque este trabajo se basa en modelos teóricos, lo que siempre es una limitación, es coherente con lo que sabemos sobre la vida en la Tierra y nos aporta algunas ideas interesantes.
Destaca en este sentido que existe una probabilidad relativamente alta de que en Marte primitivo hayan surgido ecosistemas metanogénicos basados en H2 en algunas zonas del Planeta Rojo. Esto podría ser comparable a la situación en la Tierra.
Añade que, por otro lado, las diferencias en el clima, la geoquímica (como la salinidad) y, sobre todo, en las características y composición de la atmósfera, seguramente condicionaron la evolución de estos ecosistemas. Así, mientras en la Tierra la actividad de los metanógenos podría favorecer la habitabilidad y la evolución de la vida, en Marte podría ser todo lo contrario, provocando que estos organismos enfríen globalmente el planeta.
Por lo tanto, la vida en Marte tuvo que continuar bajo la superficie, cada vez más profundo, utilizando procesos geoquímicos como fuente de hidrógeno.
Referencia
Habitabilidad temprana de Marte y enfriamiento global por metanógenos basados en H2. Boris Sauterey et al. Astronomía de la naturaleza, 2022. DOI: https://doi.org/10.1038/s41550-022-01786-w
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