menos infecciones virales, más severidad en el diagnóstico

Genético y cromosómico, el síndrome de Down, o trisomía 21, tiene una relación única con las infecciones virales… según un nuevo estudio.

¿Sabías que las personas con síndrome de Down tienen infecciones virales con menos frecuencia que el resto de la población? Por otro lado, sus casos, cuando se presentan, suelen dar lugar a enfermedades más graves. O eso dicen los investigadores de la Facultad de Medicina. Icahn del monte Sinaí, en Nueva York, Estados Unidos, en un reciente estudio publicado por la revista Inmunidad’.

De la discapacidad intelectual a la vulnerabilidad inmunológica

Según este trabajo, esta correlación de infecciones virales en personas con síndrome de Down responde a una mayor expresión de interferón tipo I, el IFN-I abreviado, una citoquina antiviral parcialmente codificada por el cromosoma 21, justo el que desencadena este trastorno intelectual.

Después de navegar en el mar de grados, causas, mitos y realidades de este trastorno físicamente característico, y rastrear en un estudio previo cómo prevenir leucemia en niños con síndrome de Down, los datos de esta investigación arrojan nueva luz sobre esta enfermedad.

Y es que sus conclusiones ponen de manifiesto que, aunque los niveles elevados de IFN-I provocan inicialmente una hiperactividad de la respuesta inmunitaria, es el organismo el que la corrige para reducir la inflamación, aunque lo hace en exceso, que a su vez ésta, a su vez. , más tarde conduce a una mayor vulnerabilidad a los ataques virales. En las palabras de Dusan Bogunovicautor principal del estudio:

“Por lo general, demasiada inflamación significa enfermedad autoinmune, y la supresión inmunológica generalmente significa susceptibilidad a la infección. Lo que es inusual es que las personas con síndrome de Down están tanto inflamadas como inmunocomprometidas, algo así como una paradoja. Aquí hemos descubierto cómo es posible”.

Pero si algo ha revelado la pandemia del coronavirus recientemente es que este trastorno también se caracteriza por dar lugar a respuestas antivirales atípicas; algo que se ha documentado en el aumento de las tasas de hospitalización de quienes viven con síndrome de Down en respuesta a la infección por el virus de la gripe A, tal y como explican los autores de este estudio; un aumento de la hospitalización del grupo que responde también a una transmisión del virus respiratorio sincitial, y síndrome respiratorio agudo severo por infecciones por SARS-CoV-2.

Un ensayo que debería profundizar en los porqués

Sin embargo; A pesar de que las personas con síndrome de Down muestran signos claros de alteración inmunológica, ni esta investigación ni la literatura científica han podido dilucidar cómo el cromosoma 21, en su versión supernumeraria, conduce a la desregulación de las defensas virales, y así es. Los propios autores de la obra admitieron. Es por esto que, durante la preparación del ensayo, los científicos involucrados en la tarea compararon fibroblastos y glóbulos blancos derivados de individuos con y sin síndrome de Down, y esto fue tanto a nivel de mRNA como de proteína, para poder subsanar dicha falta de conocimiento.

Como explican en el artículo que da a conocer su investigación, optaron por centrarse en las potentes subunidades receptoras de la citoquina IFN-I; es decir, en los denominados IFNAR1 e IFNAR2, ambos situados en el cromosoma 21. Gracias a ello, descubrieron que la expresión aumentada de IFNAR2 era suficiente para la hipersensibilidad al IFN-I que tantas veces se manifiesta en el síndrome de Down, independientemente del tipo de trisomía 21 detectada; lo cual, recordemos, puede deberse a una copia extra del cromosoma 21 oa una duplicidad fragmentada de esa misma estructura nuclear de las células.

El problema, sin embargo, es que la cascada de señalización hiperactiva de IFN-I desencadena posteriormente una retroalimentación negativa excesiva, y esto es lo que señalaron los autores, señalando que esto ocurre a través de un potente regulador negativo de IFNAR, justo en la proteína USP18. Todo un proceso que suprimió tanto las respuestas al IFN-I como otras respuestas antivirales.

Se puede decir, por lo tanto, que, en conjunto, los nuevos hallazgos del trabajo reciente revelan varias oscilaciones de hiper e hipo respuesta al IFN-I en el síndrome de Down; algo que, en opinión de los investigadores, predispone a una menor incidencia de enfermedad viral, por un lado, así como a una mayor morbimortalidad relacionada con la infección, por otro.

“Todavía tenemos un largo camino por recorrer para comprender completamente las complejidades del sistema inmunológico en el síndrome de Down”, y lo reconoció. Luisa Malle, primer autor de este ensayo y también miembro de la citada Facultad de Medicina. A su juicio, aunque “hemos explicado, en parte, la susceptibilidad a enfermedades víricas graves”, su reciente hallazgo solo simboliza “la punta del iceberg”.

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