El pan es uno de los alimentos más cocidos y consumidos de todo el planeta. Está tan integrado en el ser humano que es incluso protagonista de ritos religiosos de la cristiandad, judaísmo y los pueblos eslavos. Pero el hecho de que sea tan conocida no la exime de ser objeto de mitos, dudas y patrañas que hemos desmentido en maldita.es. Aquí está todo lo que hemos escrito sobre el pan.
Comer pan caliente no tiene por qué ‘sentir mal’ al estómago
De toda la vida: “comer bollos o pan calentito, recién salido del horno, puede ‘hacernos sentir mal’”, ¿no? La verdad es no hemos encontrado ningún estudio que apoye esta idea. Todo parece provenir de una recomendación que se ha ido transmitiendo sin evidencia científica de generación en generación, como explicamos en maldita.es.
Sin embargo, hoy en día la razón por la que se recomienda dejar reposar el pan recién horneado es por gusto y no por salud: según algunos estudiosel momento óptimo para apreciar sus cualidades es 8 horas después de haberlo horneado, no porque sienta mal antes, sino porque nos sabrá mejor.
¿Por qué el pan integral es más saludable que el pan blanco?
La harina con la que se elabora el pan integral mantiene la totalidad del grano del cereal (endospermo, salvado y germen), lo que hace que su calidad nutricional sea mayor. Los panes blancos, en cambio, descartan dos de estos, el salvado y el germen, precisamente los que hacen que el alimento sea nutricionalmente interesante.
Para hacernos una idea, según el Asociación Dietética Británica (BDA, por sus siglas en inglés), los cereales integrales contienen un 75% más de nutrientes que los refinados. Entre ellos, fibra, vitaminas del grupo B y ácido fólico, ácidos grasos esenciales, proteínas, antioxidantes (como la vitamina E) y otros micronutrientes, como el cobre o el magnesio.
Esto repercute positivamente en nuestra salud, ya que el consumo habitual de cereales integrales, según investigaciones, podría reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2; así como el de la diferentes tipos de cáncer del sistema digestivo (gracias a la fibra, que también alimenta a las bacterias ‘buenas’ de nuestros intestinos).
¿Es más recomendable el pan de masa madre que el de masa normal?
Pero a ver… de que va eso pan de masa fermentada? Como explicamos en maldita.es, con este concepto nos referimos a aquel que fermenta de forma natural gracias a los microorganismos del cereal, sin aditivos. El proceso es conseguir el aroma y sabor que caracterizan a este tipo de pan. “Esto se produce gracias a una gran cantidad de bacterias y levaduras que había en el grano”, cuenta Sevi González, dietista-nutricionista y maldito que nos ha prestado sus superpoderes. Si realmente sigues este proceso, es más interesante en el contexto, como siempre, de una alimentación saludable.
Ahora, hoy, el nombre nos dice más bien poco. Aunque, gracias a Reglamento Estándar de Calidad del Pan 2019, es obligatorio que la masa madre represente al menos un 5% del peso total de la harina en la masa final y sin aditivos añadidos, lo realmente importante es la forma en que se fermenta el pan, sobre todo, que se deje reposar. descansar lo suficiente, su clave de diferenciación. Y sobre esto, la normativa no estipula un tiempo mínimo de fermentación.
El pan rallado no engorda más que la corteza (de hecho, es al revés)
Aunque no nos extrañe que alguien retire la miga de pan aludiendo a su carga calórica, en realidad esta parte de la comida “aporta menos calorías por unidad de peso que la corteza”como señala el dietista-nutricionista Juan Revenga en Consumidor. “La composición de la miga y de la corteza es la misma, con la diferencia de que la segunda contiene menos agua que el primero por la misma unidad de peso y, por tanto, concentra más calorías en la misma cantidad de gramos“, Explique.
En conclusión: dado el mismo peso de uno y otro, incorporaremos más calorías a través de la corteza que a través de la miga. Aquí te contamos más al respecto.
Ni panko ni pan rallado: es preferible comer menos rebozado
En japonés, panko significa ‘pan rallado’, lo que nos da una gran pista sobre la esencia del producto. Como le explicó a maldita.es Borja Gracia, chef especializado en gastronomía japonesa, para obtener panko se utiliza solo el pan blanco rallado, desmenuzado. En el caso del pan rallado, se utiliza el pan integral (miga y corteza), seco y pulverizado hasta obtener un aspecto fino. “Mientras que el pan rallado tiene la textura de la arena de grano pequeño, el panko tiene la textura de las hojuelas”, señaló a maldita.es Carlos Navarrochef especializado en sushi y cocina japonesa.
Aunque el resultado de las recetas elaboradas con panko es menos graso y más ligero y crujiente, en términos de salud es recomendable reducir el consumo de empanados y rebozadosnormalmente.
Si te preguntabas cuál es la mejor manera de descongelar el pan, la respuesta está en tu horno
Para que el pan tenga una consistencia más cercano al original cuando se descongela (aunque quizás un poco más seco), podemos usar la ayuda del horno. De esta forma, en palabras de Albert Monferrer, veterinario experto en alimentación y maldito que nos presta sus superpoderes, la humedad que ha llegado a la corteza vuelve a perderse y vuelve a quedar crujiente. “Si lo descongelamos al aire, en la nevera o en el microondas, se produce y se aprecia el equilibrio de humedad y el pan queda masticable”, apunta.
En cambio, si quieres conservar el pan congelándolo, lo ideal es protegerlo bien antes de meterlo en el congelador, utilizando algún recipiente de plástico o hermético. De esta forma, evita que sufra quemaduras por frío (sublimación del agua) o que adquiera olores de otros alimentos.
No, no se recomienda dar pan a los patos ni a ningún pájaro.
Es una práctica que todos hemos visto en los parques, desde pequeños, pero sin saber si realmente era beneficiosa para los gansos y patos que pueblan los estanques de los parques. La verdad es alimenta a los pájaros es algo desaconsejableporque puede tener efectos negativos tanto en el agua donde viven como en la salud.
“El pan blanco no tiene ningún valor nutricional real, por lo que aunque las aves lo encuentren sabroso, el peligro es que se llenen con él en lugar de otros alimentos que podrían ser más beneficiosos para ellos”, explica el Real Sociedad para la Protección de las Aves.
¿Podemos sustituir las torrijas por una versión menos loca?
Si hay un dulce muy típico de Semana Santa y Pascua no hay duda: son las torrijas, un pan frito empapado en azúcar. No son un producto que deba consumirse de forma habitual, por lo que si te decantas por ellos de forma ocasional, no tiene nada de malo buscar la receta más ‘golosa’.
Por otro lado, si queremos hacer una torrija menos insalubre, podemos optar por utilizar pan integral en lugar de blanco, edulcorantes alternativos al azúcar blanco como la miel o el azúcar moreno (aunque no son la panacea ni están lejos de serlo). azúcar blanca) u optar por el horno en lugar de freír.
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