Con la inflación en su punto más alto, así como los precios de la energía y los combustibles, los precios de la cesta de la compra se resienten cada día más.
Por eso estos prácticos consejos te pueden venir bien, para reducir tu factura en el supermercado y ahorrarte unos euros ahora que el precio medio de los alimentos y otros productos que solemos comprar en las tiendas ha subido de media entre un 6% y un 11% dependiendo en la cadena de distribución en cuestión.
1.- Haz una lista de la compra y evita las compras compulsivas
La regla de oro es preparar siempre una lista de la compra y apegarse a ella sin desviarse. Muy a menudo salimos con la idea de comprar determinados productos, y volvemos a casa habiendo comprado mucho más de lo que necesitamos. Esto se debe a que nos atraen las ofertas cuando vamos a las tiendas. Pero ten cuidado. Lo que ponemos en la cesta de la compra con la idea de ahorrar dinero no siempre representa un ahorro real. Si no es una compra útil, por mucho dinero que parezcamos estar ahorrando, estamos gastando sin una necesidad real. Hacer una lista de lo que necesitas a corto, medio y largo plazo es la mejor manera de evitar las compras compulsivas.
2.- Compra productos de temporada
Es uno de los trucos clásicos que aún funciona. Los productos de temporada siempre suelen ser más baratos que los de fuera de temporada, sobre todo mucho más una vez instalados en los lineales que al principio de temporada cuando empiezan a aparecer. También ganarás en salud y en la calidad gastronómica de tus alimentos.
3.- Tienes que ir al supermercado comido
Parece una broma, pero no lo es. Tener apetito influye mucho en nuestras acciones, especialmente cuando nos encontramos deambulando sin rumbo fijo por los pasillos del supermercado. Nunca debes ir de compras con hambre, de lo contrario será tu estómago el que decida, no tu billetera.
4.- Aprovecha ofertas y descuentos
Antes de realizar la compra, otra estrategia efectiva para reducir gastos es revisar el catálogo de la tienda, buscar ofertas especiales con anticipación y anotar los productos en tu lista de compras. Las plataformas online aglutinan todas las ofertas durante todo el año con productos y servicios de todo tipo y te avisarán de las promociones cercanas a tu zona, además de ser más sostenibles para el medio ambiente que los tradicionales catálogos en papel.
5.- Aplicaciones de uso y programas de reembolso
El ahorro no acaba cuando ya se ha realizado la compra. Hay aplicaciones que devuelven parte del coste del producto cuando se adjunta comprobante de compra. Loycus es uno de ellos.
6.- Elige productos anti-residuos
También existen varias iniciativas anti-residuos que hacen posible comer más barato sin sacrificar la calidad. Por ejemplo, algunos productores locales ofrecen canastas de verduras y frutas que son “menos frescas” o simplemente no cumplen debido a su apariencia menos que perfecta a un precio mucho más bajo. Sin embargo, esto no afecta el sabor o las propiedades de los productos.
Cada vez más supermercados están adoptando la iniciativa, ofreciendo productos que están a punto de caducar o que se ven feos, incluso a precios muy competitivos. En algunos casos, hay descuentos de hasta el 70% en alimentos premium, que pueden brindar una comida nutritiva a bajo costo.
7.- Compara el precio por kilo o unidad
No te dejes llevar por el precio final. La mejor manera de comprar productos es ver cuánto costaría el kilo o el litro (comida y bebida) o la unidad (paquete de papel higiénico, por ejemplo). Además, así descubrirás pequeños trucos como que algún producto en concreto es caro siempre van en envases pequeños (de unos gramos o decilitros) porque parece más barato así, cuando el precio del kilo puede ser una barbaridad.
8.- Prohibido realizar la compra en familia
Probablemente a muchas personas les resulte más agradable ir juntas al supermercado que solas. Pero esto podría resultar ser una opción peligrosa. Cuando estás en grupo, te dejas llevar por el entusiasmo general y es mucho más difícil controlar tus gastos. Y si hay hijos, nuestras tentaciones se suman a las de ellos.
Apuesta por las marcas blancas
Este tipo de decisiones serán muy apreciadas por su cartera, ya que así podrá generar una ahorros que oscilan entre el 25% y el 25% de la compra. Pero mucha gente no tiene claro cómo elegir qué comprar de marca premium y qué de marca propia. Los expertos señalan queLa clave está en aplicar el consumo consciente. A saber, Ten muy claro cuáles aportan valor y cuáles no.. Identifica qué productos son los que realmente te importan y en los que la marca es un factor realmente diferenciador. En las que no lo son, apuesta por las marcas blancas. Un ejemplo: si te gusta la Coca-Cola y notas mucha diferencia, no te vayas a la marca blanca. Por el contrario, si para ti que un yogur sea de una marca concreta no te aporta nada, compra el de marca propia.
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