pasado, presente y futuro marcado por la traición

En cuestión de unos meses, el 4 de octubre ha pasado de ser una fecha a conmemorar a un amargo aniversario para la infante cristina mi Iñaki Urdangarín. La pareja aún casada afronta sus bodas de plata desde una situación personal muy diferente, pero seguramente con una mezcla agridulce de emociones. La hermana de Felipe VI ha encontrado la manera de salir adelante en el trabajo, de no caer en el victimismo ni alegrarse de los buenos momentos –que no volverán–, ni de los malos, que tanto daño han causado, especialmente a ella ya sus hijos. Por su parte, el ex duque de Palma ha consolidado su relación con Ainhoa ​​Armenciacomo lo demuestra el reciente y Imágenes de fuego editado por Lecturas durante sus vacaciones en Formentera.

Se cumplen 25 años del multitudinario ‘sí, quiero’ de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Un pasado marcado por mentiras, secretos, traiciones e infidelidades. Unas (no) agridulces bodas de plata que, tras la humillación pública de la hija de los reyes Juan Carlos y Sofía por las primeras fotos de su marido con su nueva pareja que publicó nuestra revista, sólo queda la indiferencia y la convicción de que no ha faltado a la promesa que le hicieron aquel 4 de octubre. El futuro de la expareja pasa porque se resuelva el proceso de divorcio iniciado por una infanta herida que quiere hacer cumplir la decisión que transmitió a través de nuestras páginas: “Ni reconciliación ni perdón”. Por el momento, Cristina de Borbón trata de mantener una comunicación cortés con su exmarido, a quien paga un salario mensual, cumpliendo su palabra con sus cuatro hijos, a quienes mantiene sola.

Boda Urdangarin y Cristina

Hace 25 años, la boda de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se convirtió en un encuentro ‘regio’ con tradición, y Barcelona en su escenario perfecto. Una boda de cuento, en la que nos faltó un impresionante espectáculo de fuegos artificiales y música, pero que ya empezó con sombras y secretos. La pareja era la viva imagen de la felicidad, se miraban embelesados ​​ante una catedral abarrotada de invitados. Sí OK Cristina había notado que Jesús Rollán, el compañero de equipo de Iñaki, finalmente terminó enamorándose de su esposo y también quien tomó la iniciativa cuando se conocieron formalmente en 1996. Más tarde salió a la luz que El ex duque de Palma venía negociando simultáneamente su relación con la Infanta y con su anterior novia, Carme Camí, con la que incluso había seguido haciendo planes de boda unos días antes de la boda real.

Aunque le hemos visto protagonizar imágenes de gran complicidad con sus suegros, lo cierto es que La incorporación de Iñaki a la familia real fue muy complicada y llena de presión. Un mes antes de dar el ‘sí quiero’, la infanta Cristina recibió el título de duquesa de Palma, distinción que recibió Urdangarin como consorte el día de su boda. De cara a la galería, todo eran risas y momentos de distensión, pero lo cierto es que el rey Juan Carlos nunca confió del todo en su yerno, quizás, como señalan en ‘Salvando al rey’, porque le vio “parecido” a a él . En el impactante documental que repasa la figura del emérito y todos los escándalos ‘ahogados’ en los que se ha visto envuelto, señalan que Iñaki estaba especialmente presionado por su suegro, que no veía en él trabajo ni beneficio.

El rey Juan Carlos, muy serio con su yerno Iñaki Urdangarin, en una imagen de 2008

El rey Juan Carlos, muy serio con su yerno Iñaki Urdangarin, en una imagen de 2008

Gtres

El campeón de balonmano tuvo una brillante carrera como atleta, pero era un “plebeyo” que no tenía la educación, la influencia o el poder adquisitivo para mantener el nivel de vida que el rey consideraba que su hija merecía. El emérito hizo un especial esfuerzo por boicotear esa boda, e incluso pidió a su amante, Queca Campillo, que interviniera para sabotear su relación. Sin embargo, al ver a su hija Cristina tan enamorada, abortó aquella terrible ‘misión’, pero dejó claro su ultimátum tras la celebración del enlace: “Mi hija no puede vivir en un piso”. ¿Fueron esas palabras la primera piedra del desastre y de las desgracias que vivió el matrimonio años después? Una pregunta sin respuesta, pero lo cierto es que esa frase hizo que Iñaki cambiara el ‘chip’ y se convirtiera en empresario, papel por el que acabó siendo juzgado y condenado a prisión, acusado de los delitos de malversación, estafa, prevaricación, delitos fiscales. y tráfico de influencias.

Este cambio de vida le permitió afrontar las reformas del Palacete de Pedralbes, la residencia de los duques y su familia que iba creciendo. Juan, Pablo, Miguel e Irene. Pero también se estaba volviendo cada vez más difícil mantener el alto nivel de vida que requería ser parte de la familia real. En 2011 aparecieron juntos por última vez en una foto oficial de la familia real, con motivo de la Hispanidad. Ese año todo cambio el caso Nóos estalló, materializándose imágenes impensables años atrás, como ver a una infanta sentada en el banquillo de los acusados, escuchando los candentes correos electrónicos de su marido con la mujer de un amigo. Una infidelidad que perdonó porque estaba enamorada de Iñaki, porque no quería romper la promesa de aquel 4 de octubre de 1997, y que la llevó a enfrentarse a toda su familia y acabar ‘desterrada’ de Zarzuela.

La familia real española en la primera comunión de Miguel Urdangarin, en 2011

La familia real española en la primera comunión de Miguel Urdangarin, en 2011

Gtres

En 2021, Iñaki Urdangarin recibía el tercer grado y se preparaba para una vida en semilibertad en Madrid. El ex duque de Palma pudo finalmente reunirse con su familia, pero hubo un giro inesperado. Iñaki se traslada a vivir con su madre, Claire Liebaert, a Vitoria, mientras que su mujer sigue viviendo con sus hijos en Ginebra (Suiza). Una situación insólita que despertó sospechas, aplacadas en parte porque Iñaki seguía manteniendo contacto con su cuñada, la infanta Elena, a la que seguía visitando en algunas ocasiones tras finalizar su jornada en el Hogar Don Orione, del que se marchaba sin aviso previo en febrero. de ese mismo año. Ya establecido en la capital alavesa, empezó a trabajar en un despacho de abogados donde conoció a Ainhoa ​​Armentia, a quien poco a poco fue conociendo hasta que inició una historia de amor a espaldas de la infanta Cristina, que Lecturas acabó destapando a finales de este enero. Y el resto ya es historia.

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