¿Qué es y cómo afecta a los jóvenes?

Nuestro entorno está cambiando al igual que las respuestas que el ser humano ofrece a estos cambios. No debe sorprendernos cómo algunos trastornos también se están adaptando a los nuevos tiempos. En este sentido, y en el campo de los trastornos de la conducta alimentaria, ha surgido un “nuevo problema” que no es más que un antiguo trastorno adaptado a nuestros tiempos.

Según Alfonso Méndez, psicólogo y psicoterapeuta director de la Unidad de Obesidad y Sobrepeso del Instituto Centta (Madrid), y coordinador del grupo de trabajo de TCA y Obesidad del Colegio de la Psicología de Madrid en una entrevista con Infosalus, la borrachorexia es un término designado por la unión de dos palabras: un adjetivo de origen inglés borracho (estar borracho o borracho) y un sufijo orexia (deseo o apetito).

“Señala aquellas conductas donde se abusa del alcohol, que aporta una cantidad importante de calorías, y se suspenden los alimentos sólidos para no aportar más calorías para no engordar”, apunta este experto.

UN TRASTORNO ALIMENTARIO

Eso sí, advierte que, en la base, subyace un trastorno alimentario, donde el deseo por un determinado físico o apariencia es el determinante clave. “Lo único que ahora se ha adaptado a las nuevas modas ya las nuevas formas de relacionarnos con nuestros jóvenes, donde el alcohol es considerado el elemento esencial en las interacciones sociales”, aclara. Por ello, sostiene que la borrarexia es una restricción dietética con el fin de equilibrar o compensar las calorías consumidas con la ingesta excesiva de alcohol.

“Afecta a gente cada vez más joven y tiene implicaciones muy peligrosas. Afecta especialmente a los adolescentes. Jóvenes que no tienen mucha información sobre los peligros de estas prácticas y sobre todo, no tienen formado un criterio a la hora de exponerse a la práctica social de ingesta de alcohol”, según esta psicóloga y experta en trastornos alimentarios.

Además, Alfonso Méndez indica que la ‘ebriorexia’ afecta en mayor medida a las mujeres, ya que el proceso de metabolización del alcohol a través del hígado difiere del de los hombres y que se podría catalogar como una nueva versión de la anorexia pero que empeora con el consumo excesivo de alcohol. . “Además, se asocia a otra clase de psicopatología, como en la mayoría de los trastornos alimentarios”, añade este especialista.

A QUÉ MOMENTO SOSPECHAR BORRACHOREXIA

Con ello, el coordinador del grupo de trabajo de DE y Obesidad del Colegio de Psicología de Madrid precisa que los principales síntomas a los que hay que prestar atención en este sentido son los de la anorexia nerviosa, aunque los efectos del consumo excesivo de alcohol, entre los que cita :

– Saltarse comidas o restringir la ingesta de alimentos para ‘compensar’ las calorías del consumo de alcohol.

-Conductas purgativas, como ejercicio excesivo, uso injustificado de laxantes o vómitos, para compensar el consumo de alcohol.

-Consumo de grandes cantidades de alcohol. Preocupación excesiva por la apariencia corporal y el peso.

-Seguimiento de dietas muy estrictas.

-Baja autoestima y depresión.

EL RIESGO A LARGO PLAZO DE LA BORRACHA

En este contexto, esta psicóloga sostiene que cualquier trastorno de la conducta alimentaria corre el riesgo de cronificarse si se tarda en intervenir: “Hay que recordar que alrededor de 400.000 personas en España, la mayoría mujeres, padecen un trastorno de la conducta alimentaria. Hasta el 20 % de pacientes con anorexia nerviosa han intentado suicidarse. La anorexia es la enfermedad mental con mayor tasa de mortalidad, por encima de otras como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.”

Por eso, asegura que no es un tema baladí, más si le sumamos el deterioro físico y psíquico por el consumo excesivo de alcohol a edades tan tempranas de forma continuada: “Vamos a generar un cóctel con muy peligroso consecuencias a largo plazo”.

Por ello, el director de la Unidad de Obesidad y Sobrepeso del Instituto Centta (Madrid) recuerda que el tratamiento de primera elección para los casos de borrachorexia es el mismo que para los casos de conducta alimentaria, ya que la base psicógena es la misma. A su vez, destaca que es necesario intervenir en caso de abuso de sustancias como el alcohol.

“El tratamiento psicológico dentro de un equipo interdisciplinar donde se consolida como el tratamiento más eficaz la figura de un psicólogo y un dietista-nutricionista especializado en este tipo de trastornos, y la de un especialista en psiquiatría para instaurar una terapia psicofarmacológica”, defiende Méndez.

Aunque la premisa que hay que mantener es prevenir antes de tratar, como insiste el miembro del Colegio de Psicólogos de Madrid, considera al mismo tiempo que se desarrollen campañas de prevención en colegios e institutos, sensibilizando sobre los riesgos e informando a las familias. para detectar los primeros síntomas es igualmente necesario.

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