Real Betis Baloncesto – Baloncesto Girona (71-79): La brillantez de Evans no es suficiente

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Apoyándose exclusivamente en la fuente inagotable de Evans (31 puntos, 30 de valoración), Betis Baloncesto no arranca. Con su estrella a todo vapor, jugando mucho (35 minutos) y absorbiendo todo el partido, el equipo no despega. El americano, desequilibrado y resolutivo, necesita socios y alianzas que el equipo, tierno en defensa y con mucho jugador de capa caída, lejos de los niveles de rendimiento esperados, no es capaz de generar. Adentro, en las tablas, es casi un solar. Con su argumento reducido a Evans, la aportación de BJ Johnson y algo más, el conjunto verdiblanco mordió el polvo ante la visita del Básquet Girona, equipo recién ascendido dirigido por Marc Gasol y Aíto en la pizarra que detectó las debilidades manifiestas del Betis en la pintura para desmontarla y hacerse con el control desde el segundo cuarto.

Para sumar 71 puntos, las tropas de Casimiro necesitaban acertar catorce triples. Siete menos, la mitad, produjeron los culés, que en cambio se dieron un atracón de puntos en la pintura, 40, ante la permisividad de la viña sin esgrima del Betis Baloncesto, que se queda con una única victoria tras cinco jornadas disputadas.

De tantos desperfectos que presentaba su juego, de bajo vuelo, el piloto de la avería se iluminó en el cuadro de mandos al final de la primera parte. No es que el Básquet Girona le ganara por ocho (35-43), y con cierta comodidad también, es que el conjunto catalán ya llevaba 43 puntos cuando su media por partido, en las cuatro jornadas anteriores, no llegaba a los 70. O el Básquet Girona se había metamorfoseado en San Pablo o es que la porosa defensa verde y blanca estaba dando más facilidades de las esperadas.

Sin desmerecer los méritos de los chicos de Aíto, ahí residía precisamente el principal problema del Betis Baloncesto, que era un equipo monocultivo en ataque (Evans y deja de contar) mientras que en sus dominios se resquebrajó con demasiada facilidad en cuanto su rival merodeaba el área, los tableros. De los 43 puntos del Básquet Girona, metió 22 en la pintura, de forma que apenas necesitó cuatro triples en doce intentos (33 por ciento) para marcharse al descanso con el colchón limpio y un porcentaje en el gol de campo (50) lo que subrayó sobre todo la debilidad del dispositivo defensivo del Betis Baloncesto. Las filtraciones de él eran evidentes.

El conjunto verdiblanco empezó frío (3-8 de inicio), luego Evans calentó para liderar un parcial de 9-0 (12-8, tras robarle la cartera a Colom) y, como respuesta, Aíto optó por Vila Miletic y Gasol, un triángulo muy alto para ponerle la vida difícil al rival. Y vaya que lo consiguió. Neutralizó el 9-0 con otro 0-9 (12-17) y cerró el primer capítulo del choque ganando por cinco tras una canasta de Marc Gasol (15-20). El grupo bético, miope de lejos, habia tirado mas de tres que de dos y este reparto de tiros suele ser un mal síntoma. Evans lo había jugado todo y Casimiro le dio break en el 20-24, ya con el segundo cuarto en marcha. Cuando el estadounidense volvió a la pista, tras la primera salida del técnico manchego, la diferencia se había disparado hasta los ocho (23-31).

Taylor completó un contragolpe sin oposición que fue una de varias canastas fáciles que el Betis, débil, concedió a su rival. Del 23-31 salió con más energía y nervio el conjunto bético, pero el 7-0 amasado entre Evans y Gerun no domó al Básquet Girona, que le ensilló un 2-8 (32-39) que provocó la segunda parte de Casimiro y el primer gran enfado del técnico por la indolencia de sus hombres en la pista. No se corrigió el Betis, que cayó por ocho (35-43) al descanso. Casi nada funcionó para el equipo, excepto para Evans.

Tras las consignas correspondientes del receso, el equipo recurrió a su valor seguro. Se puso en sus manos, mágicas, como las de un jugador. Evans arrancó el auto y realizó dos triples, uno desde el estacionamiento, actuar como un mecanismo de revolución para sus pares. Necesitaba urgentemente que otros se sumaran a la cruzada por la remontada, que de repente el equipo fuera más profesional, pero no sólo en ataque. Porque en defensa los pasillos seguían abiertos, sin cerrojos ni cortafuegos. Cada ataque del Básquet Girona se intercambiaba en una canasta.

Cvetkovic encendió la mecha triple, y dos veces (49-55), y hasta el difunto BJ Johnson finalmente dejó de antagonizar el aro (52-59), pero Ese intercambio de golpes no le sirvió al Betis. Su porcentaje de tiro fue un modesto 37 por ciento; la de su rival, un 52. Evans se fue al banquillo en el 52-61, BJ Johnson metió de tres (55-61) e inmediatamente, otro bajo el aro, Fjellerup enfrió a San Pablo.

Cvetkovic, dando un pase a la defensa de Marc Gasol
Cvetkovic, dando un pase a la defensa de Marc Gasol – JOHN FLORES

no cambia el juego

Al empuje del Real Betis Baloncesto le faltó la intensidad suficiente para hacer dudar al rival y llevarlo al derrumbe. Nunca le puso en crisis, pero mantuvo intacta la confianza y la ventaja al final del tercer tiempo (55-63). Mente granítica del Básquet Girona, muy serena, sin dudarlo. Que con once triples convertidos, el Betis ya estaba ocho abajo demostró que uno de sus grandes defectos estaba en las tablas, tanto en defensa (34 puntos encajados en la pintura) como en ataque (16). Ahí estaba el partido. Y no ha sido solo por la presencia de Marc Gasol, que está impresionantepero también por el buen hacer de Miletic, Vila, Garino o Fjellerup.

Para buscar la remontada, Casimiro apostó por Pozas, Evans, Hill, Báez y Sylla ya que entre Bertans y BJ Johnson tuvieron un mal día en el tiro de tres. Pólvora mojada de ambos. El equipo quería poner intensidad a través de la velocidad para revolucionar el juego y así intentar descomponer al Básquet Girona, pero los culés mantuvieron el aplomo, como si fuera una plantilla mucho mayor de lo que es, mientras que el Betis confundía aceleración con precipitación. Estaba luchando contra sí mismo y contra su rival.

Anotó apenas dos puntos en más de tres minutos del último cuarto, un bagaje pírrico que condujo inevitablemente a la derrota. Marc Gasol ya había hecho suyo el partido y asistió para la triple tabla de Fjellerup (59-70). Casimiro lo detuvo a cuatro minutos del final e insistió en defender al campeón de la NBA y que quedaba tiempo. Sin embargo, mirando el juego, la victoria parecía muy lejana. Tras una antideportiva de BJ Johnson, Marc Gasol y Fjellerup subieron a trece (62-75). Situación límite. No hubo noticias de Hill, ni de Kurucs, apenas de Gerun, pocas de Bertans… Era Evans contra el mundo, un planteamiento que se ha repetido y que no tiene el éxito de la temporada pasada porque, comparado con entonces, sus aliados cerca de la canasta son diferentes. Y el peor actor hasta la fecha. Todo ha terminado para el Betis tras los dos enésimos regalos: una falta de ataque de Evans saliendo de un tiempo muerto y un tapping de Taylor, jugador perimetral, sin oposición (66-77). El Baloncesto Girona retrató todas las debilidades del conjunto verdiblanco, que tiene mucho que mejorar.

Ficha de datos:

Real Betis Baloncesto (15+20+20+16): Evans (31), Bertans (3), BJ Johnson (13), Kurucs (-), Gerun (6) -quinteto titular-; Cvetkovic (9), Colina (-), Tsalmpouris (3), Almacén (-), Báez (3), Sylla (-), Pozas (3).

Baloncesto Gerona (20+23+20+16): Franch (3), Taylor (13), Garino (13), Prkacin (4), Marc Gasol (11) -quinteto inicial-; Fjellerup (18), Vila (5), Pol Figueras (4), Colom (-), Miletic (8), Hanzlik (-), Sorolla (-).

Árbitros: Perea, García González, González. Eliminado BJ Johnson por falta técnica y antideportiva (m. 37). Quinta jornada de la Liga Endesa. Palacio de los Deportes San Pablo, ante 4.829 espectadores.

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