Los lazos invisibles que unen a dos hermanos y sus infinitas ganas de sobrevivir en una Francia medieval sucia, podrida, pestilente y mortífera a causa de la peste, son motivos suficientes para llamar nuestra atención. Algo que los chicos de Asobo Studio cuando lanzaron A Plague Tale: Innocence en 2019 cuyo éxito por su cuidada narrativa y sus niveles de realismo acabó por sorprenderles también a ellos tras la aceptación que tanto crítica como público tuvo del título.
Tres años después llega su secuela que, al igual que el original, supone un soplo de aire fresco en el sector de los videojuegos por apostar por fórmulas más tradicionales y con altas dosis emocionales. y es que A Plague Tale: Requiem es claramente todo lo que se puede esperar de una secuela que mejora todo el título original y además ofrece nuevas mecánicas y una carga argumental aún mayor. Todo ello se traduce en un juego más ambicioso a todos los niveles que representa la culminación de una aventura que comenzó como un juego AA y que se corona como Triple A a pesar de que por cuestiones de presupuesto no puede competir con los grandes pesos pesados del sector.
Pero vayamos por partes porque Requiem es tan sumamente ambicioso y exigente que esas clasificatorias pueden quedarse cortas. Partiendo de la base de que es una continuación directa de los hechos que tuvieron lugar en InocenciaNi que decir tiene que es más que conveniente haber jugado la primera parte ya que en esta se dan por supuestas muchas cosas que tienes que saber y, si no lo haces, te perderás gran parte del argumento que gira. en torno a la pareja de hermanos: la adolescente Amicia y su hermanito Hugo, quienes continúan su aventura para encontrar una cura para la enfermedad del niño, una maldición sobrenatural que le permite controlar ratas y generar caos por donde pasa.
La experiencia narrativa en la que nos sumerge con una exquisita calidad visual e histórica son alicientes suficientes para recomendar esta secuela sí y otra vez.
Al igual que el original, la carga emocional que transmite el juego a través de la relación entre estos dos hermanos y su evolución trepidante y en ocasiones cruel para sobrevivir acaba convirtiéndose en una de sus grandes bazas para conquistar al jugador. Y es precisamente ahí donde radica su gran acierto ya que, apostando por mecánicas de sigilo y ahora también más acción directa (vía ballesta), el título te atrapa poco a poco. durante las más de 20 horas que tardará en superarlo y ver los créditos finales (casi el doble que el original).
Todo sigue ahí pero mejorado.
La base del primero todavía está allí. Escenarios no muy amplios y lineales en que momentos de resolución de rompecabezas (cada uno más ingenioso) con otros en los que debemos esquivar a los soldados y mercenarios y muchos otros en los que miles de ratas que inundará la pantalla nos obligará a buscar, utilizando diferentes artilugios e ingredientes (el tono es mi favorito), cómo ahuyentarlos para seguir avanzando, teniendo como premisa que le temen al fuego.
La grandeza de esta secuela es que mantiene la fórmula original y la amplía con nueva mecánica como el intercambio de objetos con otros personajes que nos iremos encontrando por el camino, su ayuda como guardaespaldas en las fases de acción, o las nuevas posibilidades que ofrece el uso de la ballesta tanto para la resolución de puzles como para el enfrentamiento directo.
No en vano, el juego ahora ofrece varias barras de progreso para mejorar las habilidades de Amicia que se desbloqueará en función de si optamos por el sigilo, la acción directa o el uso de la alquimia. Cada jugador, por lo tanto, ahora tendrá la oportunidad de jugar a su manera.
Apartado gráfico de primer nivel
Y si Requiem amplía Innocence en sus mecánicas, lo hace aún más en su apartado gráfico. Esta segunda parte da un salto importante en lo visual mostrando escenarios mucho más realistas en los que destacan la iluminación, la distancia de dibujo y las texturas. Sólo el modelado de los personajes y sus animaciones, algo más toscos y menos detallados, crujen un poco en un conjunto que resulta sobresaliente.
Y esa imponente carga gráfica provoca el juego se ejecuta a 30 cuadros por segundo tanto en Xbox Series como en PS5 (versión que hemos probado) y solo una PC de muy alta gama puede ejecutarlo a 60 fps o más. Una circunstancia que eclipsa al título pese a que no es un juego trepidante y no es necesario a priori un mayor framerate. Pero haber disfrutado de Innocence a esos 60 cuadros por segundo lastra un poco la experiencia ahora en Requiem.
De todas formas, cuando llevamos un rato jugando, esa percepción desaparece ya que se contrarresta con una banda sonora soberbia que casa a la perfección con cada situación y un doblaje al español que encaja como anillo al dedo. Terminó siendo consciente de leer los subtítulos como en el original que apuestan por la lengua materna: el francés. Algo de lo que estar muy agradecido ya que en muchas ocasiones la acción o las situaciones que se plasman en pantalla son tan frenéticas que es imposible saber lo que están diciendo si tuvieras que parar a leer.
conclusión
A Plague Tale: Requiem es un manual de “más y mejor”. Una secuela que cumple con creces el hype que había generado desde su presentación el año pasado y que se vuelve imprescindible hayas jugado o no a Innocence. En caso de lo segundo, date un tiempo para disfrutar del original y luego lánzate sin abrir los ojos a Requiem. La experiencia narrativa en la que nos sumerge con una exquisita calidad visual e histórica son alicientes suficientes para recomendar esta secuela sí y otra vez.. Si a todo ello le sumamos su vibrante y épica historia y los siempre adictivos coleccionables, estamos ante un título que, de momento, cierra una saga que se ha abierto un hueco por derecho propio entre las más importantes de la última década.
Hemos podido analizar A Plague Tale Requiem gracias a una clave temprana que nos envió Plaion España.
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