La artritis reumatoide tiene consecuencias físicas y sociales, que pueden empeorar la calidad de vida, provocando dolor, en algún momento discapacidad y en casos extremos la muerte prematura.
Dra. Amarilis Pérez de Jesús, reumatóloga. Foto: Revista de Medicina y Salud Pública.
los Artritis Reumatoide (AR), “estamos hablando de una condición sistémica, crónica, que afecta a muchos órganos, y que es un proceso más insidioso y puede llevar al paciente a tener más complicaciones”, confirma la Dra. Amarilis Pérez, reumatóloga.
La AR es autoinmune, y la principal responsable del dolor en las diferentes articulaciones del cuerpo, lo que puede causar síntomas como cansancio inusual, fiebres esporádicas y pérdida de apetito.
“Esta enfermedad afecta a muchos órganos, no sólo inflamación en las articulaciones, también tienen anemia, enfermedades cardiovasculares, procesos inflamatorios de las articulaciones, problemas pulmonares, los ojos pueden verse afectados.
Muchos órganos, y eso es lo que la diferencia de otras artritis, es mucho más agresiva y hay que atacarla temprano”, confirma la Dra. Amarilis Pérez, reumatóloga.
¿La vacuna COVID-19 es buena para pacientes con AR?
Sí, la aplicación de la vacuna es necesaria con la necesidad de proteger a estos pacientes que ya luchan internamente con esta condición autoinmune de este virus, por lo que “se evitan infecciones adicionales en este tipo de pacientes, por lo que es muy importante que estén vacunados”. , confirma la especialista.
Quien también destaca la importancia de otras vacunas como la de la influenza, “debemos proteger a nuestros pacientes, por lo que esta vacuna debe administrarse todos los años y el paciente debe consultar con su reumatólogo o proveedor de servicios si es el momento adecuado o si debe vacunarse”. “.
Pero es importante que los pacientes lo hagan bajo la supervisión médica del reumatólogo, quien le permita saber cómo manejar la vacuna con su condición y las características de los tratamientos que recibe. Asimismo, el Dr. Pérez recomienda que la vacunación no se haga al mismo tiempo, porque “una de las cosas es que estas vacunas te pueden dar mucho dolor en las articulaciones, molestias, hasta fiebre en algunos casos, entonces quieres saber si es uno solo el que causa síntomas, sabiendo cuál es, y evitando ese malestar al paciente que ya tiene una condición que le causa mucho dolor”.
¿Cómo se produce la inflamación y qué articulaciones afecta principalmente?
El proceso inflamatorio en las manos se presenta en el “compromiso de las articulaciones metacarpofalángicas, que procederá a hincharse, enrojecerse, presentar calor y mucho dolor”, eventualmente también afecta el “compromiso de las articulaciones interfalángicas proximales que lleva a la deformación de el dedo”, es lo que se pretende evitar según el Dr. Pérez.
La AR ataca principalmente las articulaciones, generalmente muchas a la vez. La AR comúnmente afecta las articulaciones de las manos, las muñecas y las rodillas.
En las articulaciones de la AR, el revestimiento de la articulación se inflama y daña el tejido articular. Este daño tisular puede causar dolor duradero o crónico, inestabilidad y malformación.
¿Qué tan importante es el tratamiento ¿temprano?
Dentro de cualquier condición, tanto un diagnóstico como un inicio de tratamiento temprano, garantiza una ventaja para detener la progresión o reducir los síntomas que deterioran la calidad de vida del paciente.
“Lo más importante del diagnóstico precoz es que queremos evitar complicaciones y mejorar la calidad y esperanza de vida de ese paciente, y lo ideal es un periodo de 3 a 6 meses para empezar tratamientolo que llamamos la ventana, para producir una remisión en ese paciente”, confirma el profesional Pérez.
Con un tratamiento tempranamente se evita el proceso inflamatorio, garantizando una capacidad funcional y uso de manos y articulaciones.
Consumo de bebidas alcohólicas en pacientes con artritis reumatoide
Una de las consultas que con mayor frecuencia se realiza en las consultas médicas es precisamente el consumo de alcohol en pacientes diagnosticados de alguna enfermedad reumatológica que reciben tratamiento.
Lo cierto es que para el Dr. Pérez es fundamental reducir y, en la medida de lo posible, eliminar estas bebidas. “Esto, particularmente, porque vamos a tener una interacción con medicamentos que se procesan a través del sistema hepático, por lo tanto, queremos evitar toxicidad adicional al hígado”, argumenta el especialista. “Mi recomendación es que no lo consumas, sin embargo, si lo vas a hacer, debes consumirlo con precaución y en cantidades muy pequeñas.
Como se ha explicado anteriormente, la Artritis Reumatoide requiere alternativas terapéuticas únicas para cada paciente, es decir, no todos los pacientes reciben las mismas tratamiento. Con esta salvedad, el doctor Oscar Soto Raíces complementa asegurando que “es importante que el paciente entienda qué medicamentos se le están administrando y consulte con su reumatólogo si el consumo de bebidas alcohólicas en su proceso de recuperación tratamiento Es importante o no”.
¿Qué tan saludable es abandonar el tratamiento una vez que el paciente está en remisión?
“Minimizamos la terapia, pero no le quitamos la terapia al paciente”, confirma el Dr. Óscar Soto Raíces, reumatólogo y presidente de la Fundación de enfermedades reumáticas (FER).
esta condición reumatologíano tiene cura, por lo que la tratamiento Será un proceso de por vida, pero al reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida, muchos pacientes al percibir una mejoría consideran, en cierto modo, innecesario continuar con el tratamiento. tratamiento y piensan en dejarlo una vez que entran remisión.
“Llegamos a remisión siguiendo un tratamiento que fue diseñado exclusivamente para él, por lo que cuando ese paciente llega remisiónesperará las indicaciones del reumatólogo o del especialista que lo esté tratando para determinar cuándo es el momento adecuado de retirar los medicamentos, bajar las dosis y establecer cuál de ellos vamos a retirar primero”, dice la Dra. Amarilis Pérez.
Lo cierto es que el abandono de la terapia farmacológica podría suponer un retroceso en el curso del control del padecimiento.
“Es probable que estando en remisión, el paciente siente que ya no tiene la condición, pero la tiene. A veces es cuestión de tiempo, cuando se deja de tomar el medicamento, que se vuelva a activar e incluso de forma agresiva”, empeorando la situación del paciente o atacando a otros órganos, destaca el Dr. Óscar Soto Raíces, reumatólogo y presidente de la Fundación de enfermedades reumáticas (FER)