Sergio García cierra la puerta de la Ryder Cup | Deportes

La puerta de la Ryder Cup se cierra para Sergio García. O más bien es el castellonense el que ha tomado la iniciativa de dar un portazo. El golfista español de 42 años ha decidido no precipitar sus opciones de quedarse con el carnet del circuito europeo, condición imprescindible para poder optar a la Ryder, por lo que en las circunstancias actuales no podrá disputar la próxima edición, en Roma 2023. García tuvo que inscribirse en el Mallorca Open, que se disputa del 20 al 23 de octubre, para cumplir con los requisitos mínimos para mantener el carnet DP World Tour: disputar cuatro torneos del circuito europeo (fuera de los grandes y los mundiales). ) y que uno de ellos esté en su país, o elevar la lista a seis torneos disputados si no juega en su territorio nacional. Ni uno ni el otro. Sergio García se ha enrolado esta temporada en tres citas del recorrido, pero se ha negado a jugar en Mallorca y no hay sitio en su calendario para la segunda variante de los requisitos. El castellonense disputa ahora el torneo de la liga saudí (LIV Golf) que se celebra en Bangkok, estará en una nueva cita del nuevo proyecto en Yeda, del 14 al 16 de octubre, y disputará la gran final por equipos, del 28 al 30 de octubre. A saber, adiós al circuito europeo y adiós a las Ryder, competición en la que el español es un mito: seis victorias y máximo goleador histórico (28,5 puntos) de la competición.

El clima de guerra civil entre los dos grandes circuitos (PGA Tour y DP World Tour) y la liga saudí, y las dudas sobre cómo puede evolucionar un conflicto que ha llegado a los tribunales y que afecta de lleno al proceso de clasificación de la Ryder han llevado a García para tomar esta decisión. Otro golpe para la selección europea, en la que también está en el aire la participación de otros golfistas adscritos a la liga saudí (Lee Westwood, Paul Casey, Ian Poulter) y vieron como su capitán, el sueco Henrik Stenson, se sumaba a los fugitivos pese a perder la opción de dirigir a la tropa continental (ha sido sustituido por Luke Donald) en el duelo bienal contra Estados Unidos. En este escenario, solo una improbable paz entre la liga saudí y los grandes circuitos abriría un camino para que Sergio García regrese a la Ryder.

El español Ya adelantó sus intenciones tras el último Open Británico de Saint Andrews. “Tengo claro lo que voy a hacer. Sinceramente, quiero jugar donde me quieran, quiero sentirme querido y ahora mismo en el recorrido Europeo no me siento así. Cuando Thomas Bjorn [jugador danés y capitán del equipo europeo de la Ryder en París 2018] viene en el bmw [torneo de Múnich que disputó recientemente] y nos dice ‘aquí no queremos a ninguno de vosotros, los jugadores no quieren que estéis aquí’, no es bonito, y yo ya tengo la edad y el sufrimiento suficientes para estar aguantando tonterías así” , decía entonces García, multado por el circuito con 116.000 euros por disputar el primer torneo de la nueva y millonaria liga saudí, tras 23 años de carrera profesional. “No te hacen sentir bien. Le he dado más de la mitad de la vida recorrido Europeo y sientes que porque tomas una decisión personal y profesional, porque por una vez en la vida te cuidas sin dejar nada atrás, porque quería seguir con ellos, que te tratan así… No vale la pena . Ahora voy a disfrutar de lo que tengo, jugaré menos, estaré más en casa. Si no juego en grande, no juego en grande, tampoco me importa mucho. Lo siento por el Ryder, pero como estoy jugando, tampoco estoy aquí para ir. Disfrutaremos de lo que tenemos, jugaremos donde nos quieran y los demás que hagan lo que quieran”, añadió.

A esas palabras, Jon Rahm reaccionó enfáticamente: “Que le den la espalda de esa manera no me parece bien. Tener que tomar esta decisión me duele. El mejor evento de divulgación del golf en el mundo es la Ryder y que por esta tontería haya jugadores como Sergio que no pueden jugar me da un poco más de rabia. Es el mejor jugador que ha tenido Europa. Es difícil de entender”. Y Sergio García pareció rectificar y cambiar de opinión:: “Cuando terminé el Open Championship, dije que lo más probable era que renunciara a mi membresía del Tour. Eso obviamente significaba no ser elegible para la Ryder Cup porque tienes que ser miembro. Pero gracias a las cosas que dijo Jon Rahm Ya que tuve un par de buenas conversaciones con los muchachos del DP World Tour, lo voy a posponer. Quiero al menos ver qué sucede cuando comience la clasificación para la Copa Ryder. Vea qué tipo de reglas y criterios tienen. Si estoy de acuerdo con ellos, seguiré jugando tanto como pueda en la gira e intentaré clasificarme para el equipo de la Ryder Cup. Y si no, entonces seguiremos adelante. Pero definitivamente es algo que tengo en mente”, dijo días después en ESPN.

Ahora, sin embargo, consume ese portazo con la resignación de quedarse con la tarjeta del circuito europeo. La Ryder, por ahora, se queda sin leyenda.

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