los el consumo de refrescos de cola, el ejercicio vigoroso, la actividad sexual, el consumo de drogas y la presencia de fiebre o síndrome gripal pueden ser factores precipitantes de un ictus en pocas horas en adultos jóvenes.
Así lo refleja un interesante y novedoso estudio realizado en personas que sufrieron un primer accidente cerebrovascular y en el que se intentó ver cuál había sido su exposición a posibles factores desencadenantes en la hora u horas previas al inicio de los ictus. síntomas de accidente cerebrovascular.
Los investigadores han encontrado que el riesgo de desarrollar una accidente cerebrovascular multiplicado por 2 en la hora posterior al consumo de un refresco de cola, por 2,4 en las dos horas posteriores a la actividad sexual, por 2,4 en la hora posterior al ejercicio físico intenso, por 2,8 en las cuatro horas posteriores al consumo de drogas y por 14,1 al día siguiente haber padecido gripe o síndrome gripal.
El ‘misterio’ del ictus en jóvenes
Una característica importante del estudio, publicado en la prestigiosa revista Neurology, es que se ha llevado a cabo en adultos jóvenes, un sector de la población en el que la incidencia de ictus ha aumentado en los últimos años. Además, “en este grupo de edad, el porcentaje de casos de ictus que quedan con un origen desconocido al final de un estudio exhaustivo es mucho mayor que en edades más avanzadas, por lo que conocer posibles desencadenantes puede ser de gran utilidad”, apunta. Lorena Benaventeneurólogo de la Unidad de Ictus del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).
Las conclusiones de este trabajo son consideradas muy interesantes por los especialistas en neurología, ya que aportan nuevos conocimientos que, al mismo tiempo, están en sintonía con algunas cuestiones que ya se conocían sobre la fisiopatología del ictus y que investigaciones recientes están confirmando, según explica Sergio Callejaneurólogo responsable de la unidad de ictus del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).
“El estudio nos ha llamado la atención porque abre un grifo, una nueva forma de abordar el ictus en la población joven”, añade el Dr. Benavente.
Dos tipos de accidente cerebrovascular
El accidente cerebrovascular es la manifestación de una enfermedad vascular en el cerebro, producida cuando una arteria se obstruye o se rompe, dando lugar a los dos principales grupos posibles de accidentes cerebrovasculares:
- El tipo isquémico: cuando lo que se produce es una obstrucción de la arteria que deja una zona del cerebro sin sangre y, por tanto, sin funcionamiento.
- El tipo hemorrágico: en el que la arteria se desgarra e inunda de sangre una zona del cerebro, que también queda en consecuencia y de forma repentina sin funcionar.
La prueba para determinar si se trata de un ictus isquémico o hemorrágico será un TAC cerebral, indica Sergio Calleja.
Factores de riesgo
La edad es uno de los factores de riesgo determinantes para la aparición de un ictus. Sin embargo, Los expertos consideran llamativo el aumento que se ha producido en los casos de ictus en las últimas dos décadas en adultos jóvenes, a partir de los 40 años. con estudios que reflejan un aumento de casos entre un 20% y un 25%, según el Dr. Calleja.
Además de la edad, los factores de riesgo clásicos de ictus son:
- Hipertensión
- Diabetes
- hipercolesterolemia
- Obesidad
- Hábitos tóxicos, como el consumo de tabaco y alcohol, y otras drogas
Los factores de riesgo tradicionales actúan a lo largo del tiempo y favorecen con su acción la aparición de la enfermedad arterial, que puede desarrollarse de forma silenciosa durante años y acabar desembocando en un ictus.
“Lo que sabemos es que en las personas que desarrollan enfermedad arterial, sus arterias empiezan a mostrar estrías grasas, con depósitos de colesterol y células inflamatorias, que son los cimientos sobre los que, si persisten los factores de riesgo, se forma. la placa aterosclerótica que, en un momento dado, puede generar un trombo que tapone las arterias”, apunta el Dr. Calleja.
Factores precipitantes que actúan en cuestión de horas
El estudio que ahora se publica no se centra en los factores de riesgo a largo plazo, sino en aquellos que pueden actuar para desencadenar un ictus de repente en cuestión de horas. un enfoque que tanto el Dr. Calleja como el Dr. Benavente consideran muy relevante.
Los investigadores han identificado varios factores precipitantes con la capacidad de generar consecuencias en una hora o unas pocas horas, dando lugar a un accidente cerebrovascular poco tiempo después. tiempo de haber actuadoes decir, “actuando de forma inmediata, no prolongada en el tiempo”, indica Sergio Calleja.
La investigación no establece una relación causal, pero sí ve un vínculo estadísticamente significativo entre determinadas situaciones y la aparición del evento cerebral, apuntan ambos especialistas.
Y aunque las conclusiones del estudio son novedosas, los expertos señalan que enlazan con conocimientos ya consolidados sobre la fisiopatología del ictus.
Racha de arritmias después de una ingesta significativa de alcohol
Así, ya se sabe que La ingesta significativa de alcohol puede conducir a una serie de arritmias en la hora o dos después del consumo, lo que puede actuar como un factor desencadenante del accidente cerebrovascular por la formación de un trombo.
Ejercicio intenso y desregulación arterial
El reciente estudio también ha encontrado en la cohorte de pacientes analizados una relación entre la ingesta abundante de alcohol o el consumo de drogas y la aparición de un ictus, así como entre la práctica de ejercicio físico extenuante y la manifestación de un ictus hemorrágico, por lo que se explica el porqué. Todas estas situaciones generan una desregulación arterial, en concreto, un episodio de hipertensión que puede provocar la rotura de una arteria.
Aumento de la tensión después de la actividad sexual
Esta acción es la que también puede explicar el aumento del riesgo de ictus en las dos horas siguientes al mantenimiento de un actividad sexualcuando se puede producir un aumento puntual de la presión arterial, “que provoca la rotura de la arteria o alteraciones en la pared que pueden formar un trombo”, explica Lorena Benavente.
Uso de drogas y fenómenos inflamatorios.
En cuanto a las drogas, “ya teníamos indicios de que el consumo de sustancias, como la marihuana y, sobre todo, la cocaína, estaba relacionado con fenómenos inflamatorios o vasculitis en las paredes de las arterias, que Puede estar relacionado con la aparición no solo de ictus hemorrágicos sino también isquémicos”, Señala Sergio Calleja.
Fiebre o síndrome gripal, factor más potente
Y el precipitante más potente encontrado en el estudio es la fiebre o la presencia de un síndrome gripal, que multiplica por 14 la aparición de un ictus. El motivo puede ser que la placa aterosclerótica que pudo haber permanecido inerte durante años se desestabilice por fenómenos inflamatorios y se puedan formar coágulos sobre ella, provocando la obstrucción arterial.
Esta indicación está en consonancia con la aparición de más casos de ictus en personas que han padecido la Covid-19, dado que esta enfermedad da lugar a fenómenos inflamatorios intensos que se relacionan con la aparición de trombos, “Covid-19 también actúa como factor precipitante”.
Bebidas de cola y fenómenos hipertensivos
Hasta En cuanto a las bebidas de cola, normalmente con una alta carga de azúcar y cafeína, su consumo se relaciona con fenómenos hipertensivos que también pueden explicar el aumento del riesgo de ictus en la hora posterior a su consumo.
Tanto Calleja como Benavente destacan la relevancia de que el estudio haya sido publicado en una revista de gran prestigio como la de la American Neurology Association, así como el valor de la metodología seguida y el hecho de que se haya desarrollado sobre una cohorte relativamente amplia. gran número de pacientes, en concreto, 1.146 personas, todos ellos adultos jóvenes, de entre 18 y 49 años, y que habían sufrido 1.043 de ellos un ictus isquémico y 103 un ictus hemorrágico.
La investigación presenta algunas limitaciones, reconocidas por sus propios autores, como, por ejemplo, el limitado número de casos en algunos subgrupos de pacientes, que no permitía obtener datos detallados sobre el tipo de drogas consumidas, por ejemplo.
A todos los participantes en la investigación se les pasó un cuestionario para medir el peso de ciertos factores que pudieron haber actuado como precipitantes y sobre los cuales se encontró evidencia estadísticamente significativa en la hora u horas previas al inicio de los síntomas fueron las referencias de consumo de bebidas cola, actividad sexual, práctica deportiva intensa, consumo de drogas y padecimiento de fiebre o síndrome gripal.
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