Ralf Schumacher suele mostrar una opinión bastante sincera y sin rodeos, aprovechando el nombre y la repercusión que tiene en este negocio, el alemán que fue piloto de F1 durante varias temporadas, en la actualidad, deambula por los circuitos como analista. para los medios de comunicación y como padre de su hijo David Schumacher, que busca hacerse un nombre en esta competición.
Recientemente el hermano del Kaiser se detuvo a defender la valía y continuidad de su sobrino Mick en el equipo Haas para 20223, lanzando un sonoro ataque a la gestión de Gene Haas y en especial a Günther Steiner, al frente de la selección americana.
falta de coherencia
Y es que para el expiloto de escuderías como Toyota o Williams, la actitud de Günther es el principal mal que sufre la escudería enteral y todo el personal que trabaja en ella: “Pide coherencia con el equipo, pero ¿qué quiere decir con eso?”, lanza Ralf Schumacher, antes de profundizar:
“Tal vez debería escuchar sus propias entrevistas y tal vez él mismo notará algo. Creo que todo el equipo lo está haciendo bien, a excepción del director técnico y el dueño del equipo.critica el alemán, destacando la mala calidad de las relaciones personales que se establecen dentro de Haas, y cómo éstas afectan a los resultados de la marca y sus conductores: “El respeto entre los ingenieros y los pilotos, pero también entre los propios pilotos, está ahí.”, argumenta Schumacher.
Guiño a la continuidad de Mick
En consecuencia, para Ralf, este comportamiento, que a su juicio lastra a todo el equipo, sirve también para justificar la temporada irregular de su sobrino Mick, que le puede acabar costando su sitio en el equipo para la próxima temporada: “Desde mi punto de vista, ambos pilotos están haciendo un buen trabajo y Haas haría bien en conservarlos para 2023.”, ordena Schumacher, avalando la continuidad de su pariente, en base a las críticas al responsable de tomar la decisión sobre el único volante disponible para 2023.
“Tal vez deberían mirarse a sí mismos con el mismo ojo crítico con el que miran a los pilotos, asegurarse de que las estrategias sean correctas y que el coche se mantenga intacto.”, insiste el hermano de Michael Schumacher, reprochando la baja profesionalidad de lo que se espera de un jefe y un director de equipo de F1.
“Porque no olvides que muchas cosas también han salido mal por ese lado.Ralf elabora, quitando los resultados poco competitivos de Mick, aludiendo a todas las áreas que han fallado en diferentes momentos de la temporada, y que han obstaculizado el progreso del hijo de Michael.
“Si logras poner todo eso en orden, las entrevistas también serán más fáciles. Esto es Fórmula 1, no un programa de Netflix”, concluye Ralf Schumacher, en defensa de los intereses familiares y utilizando una contundente lista de reproches hacia los altos cargos de Haas por su gestión deportiva.
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