Tras la subida de tipos en EEUU, ¿habrá una nueva crisis inmobiliaria?

Foto: archivo EE

Las recientes y futuras subidas de tipos de interés anunciadas por la Reserva Federal (Fed) han hecho surgir el espectro de una posible crisis inmobiliaria en Estados Unidos que, según los expertos, no se producirá en el corto plazo, ya que los precios seguirán subiendo ante la falta de vivienda existente.

Así, estiman los expertos, pese a que las subidas de tipos enfriarán el mercado inmobiliario de la primera economía mundial y es previsible que el número de operaciones caiga en los próximos meses, los precios no caerán de forma vertiginosa, como ocurrió en la crisis de 2007. -2008.

“Con las nuevas tasas de interés habrá menos compradores y los precios se suavizarán, pero no colapsarán”, dijo a Efe Dowell Myers, profesor de Política, Planificación y Demografía de la Universidad del Sur de California.

La situación actual, añade el experto, así como todas las fuentes consultadas por EFE, “no tiene nada que ver” con lo vivido en la crisis de las hipotecas subprime de 2007-08, que supuso una ejecución masiva de las hipotecas de quienes no no se los podían permitir y una caída estrepitosa de los precios.

El 21 de septiembre, la Reserva Federal (Fed) anunció una nueva subida de tipos de 0,75 puntos, la quinta desde marzo, y con ella el tipo de interés oficial se situó en un rango entre el 3 y el 3,25 %, el nivel más alto de los últimos 14 años.

Además, el presidente de la Fed, Gerome Powell, confirmó que la tendencia alcista se mantendrá en los próximos meses hasta alcanzar el objetivo de controlar la inflación, que en agosto se situó en el 8,3 %.

Estas subidas están teniendo un reflejo real en indicadores como los tipos hipotecarios. Según datos de la división de investigación de la Reserva Federal de San Luis, las hipotecas a tasa fija a treinta años se están vendiendo esta semana al 6,7% en promedio, una cifra muy superior a la de principios de año, el día 3, 22. %

Por su parte, los tipos de interés variables, que son los más sensibles a las decisiones de la Fed y los que más afectan a la población (la cuota mensual sube o baja según este dato) han pasado del 2,41% a principios de año al actual 5,30%.

¿UNA NUEVA CRISIS INMOBILIARIA?

Ante esta situación, ¿serán capaces los estadounidenses de hacer frente a estas subidas o se avecina una nueva crisis en el sector inmobiliario que se traducirá en precios más bajos?

En opinión de Myers, aunque el mercado sufrirá, es poco probable que venga una crisis fuerte porque después de lo vivido hace quince años, “se implementaron todo tipo de protecciones en los instrumentos financieros, los préstamos son más sostenibles en el tiempo” y continúa. hay “suficientes compradores que pueden permitirse comprar”.

Por su parte, el profesor del Instituto de Negocios de la Universidad de Ohio, Itzhak Ben-David, explicó a Efe que la subida de los tipos de interés “afectará a los precios de los inmuebles” pero sobre todo provocará “una caída de las transacciones”.

“Es muy difícil anticipar el impacto que va a haber. Puede haber un ligero frenazo, pero es difícil de predecir y la situación puede cambiar de un momento a otro”, reconoció.

Un portavoz de la inmobiliaria Compass, una de las más importantes del país, recuerda a EFE una reciente charla que el economista jefe de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR), Lawrence Yun, pronunció ante los agentes de la compañía.

Preocupado por la posible caída en las ventas, Yun los tranquilizó: los posibles compradores de viviendas que esperan que los precios de las viviendas bajen significativamente antes de ingresar al mercado deben pensarlo dos veces, ya que los precios ni bajan ni bajan. deja de subir

Las previsiones actuales de la NAR estiman que 2022 cerrará con una subida del 10% y 2023 con un 1%. En agosto, el precio promedio de la vivienda aumentó un 7% año tras año a $389,500.

En opinión de Yun, si bien podría haber ajustes más fuertes en ciertas áreas, hay muchas razones por las que es poco probable que los precios bajen en el corto plazo. La principal, no hay suficientes viviendas para satisfacer la demanda.

LA CLAVE ESTÁ EN LOS MILLENNIALS

Comprar una casa en Estados Unidos, cuenta a Efe un comprador reciente, es una carrera de obstáculos en la que no solo importa la velocidad.
Un comprador debe demostrar fortaleza económica, tener la mayor cantidad de dinero posible para la entrada, un historial crediticio impecable y estar dispuesto a presentar una oferta, porque muchas veces el precio de venta final supera el precio de salida.

“Los altos precios actuales están relacionados con la gran demanda de viviendas”, dice Ben-David, una opinión similar a la de Myers: “Lo que es una locura es la escasez de viviendas, hay demasiada gente para muy pocas casas”.

Si en 2007 había un excedente de viviendas, ahora lo que hay es “un excedente de 30 años que son potenciales compradores” y eso no ha sido así en los años de la pandemia.

“La pandemia sincronizó el comportamiento de miles de millennials que empezaron a dar el salto al mismo tiempo. Cuando esto pasa, el impacto en el mercado inmobiliario es enorme”, explica.

Todo esto en medio de una crisis de falta de materiales y escasez de mano de obra, acrecentada por la pandemia, la falta de terrenos y también la burocracia, con ciudadanos cada vez más reacios a sufrir las molestias de las obras.

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