Un GPS biológico ofrece esperanza a personas con enfermedades musculares genéticas | Aragón

El genoma humano contiene aproximadamente 25.000 genes que se transmiten de padres a hijos. Aunque el acervo genético permanece prácticamente sin cambios durante generaciones, algunos pueden dañarse por mutaciones e interrupciones o eliminaciones. Estos cambios a menudo se traducen en Enfermedades genéticas. Según el Centro de Información de Enfermedades Genéticas y Raras (GARD) y la organización Global Genes, más de 300 millones de personas en el resto del mundo están afectadas por estas enfermedades y calculan que la mitad de ellos son niños.

Además, según el Centro Nacional para el Avance de las Ciencias Traslacionales (NCATS), solo 500 enfermedades humanas son tratables con unos 10.000 medicamentos disponibles a la fecha, lo que demuestra la necesidad de desarrollar nuevos fármacos y tratamientos. el aragonés Raquel Manzano, es uno de investigadores de la Universidad de Zaragoza que se han especializado en enfermedades genéticas que afectan al músculo como la distrofia muscular de Duchenne (DMD). Junto a un equipo de la Universidad de Oxford y el Laboratorio de Biología Molecular de Cambridge han conseguido desarrollar un “GPS” biológico que podría ayudar a esta enfermedad. Están en la primera fase de ensayos en humanos, con la esperanza de ofrecer una cura en el futuro.

La terapia génica y sus desafíos

Las terapias génicas se refieren a diferentes formas de modificar el ADN para tratar enfermedades genéticas. Se han realizado más de 2.000 ensayos clínicos de terapia génica y hay 36 fármacos aprobados para su comercialización en el mundo. La comunidad científica ha ideado varias estrategias a lo largo de los años. “Podemos ‘cortar’ el área que contiene la falla, reemplazarla por una nueva y ‘coser’ los fragmentos nuevamente, así como introducir fragmentos cortos de ADN que se unen al área de la falla como si fueran parches para ‘engañar’. ‘ al cuerpo para que ignore el error”, explica. Sin embargo, informa que cree que emocionantes años por venir para el desarrollo de nuevas terapias para estas enfermedades.

La razón es que estas terapias presentan desafíos como lograr hacer administrar el fármaco al tejido afectado y que entre donde está el ADN, para repararlo. El investigador también insiste en que deben ser precisos para no afectar otras áreas y causar otras enfermedades. Además, otro de los grandes retos es el cuerpo no elimina la droga porque me parece “raro”.

El genoma humano contiene unos 25.000 genes, que a su vez está formado por ADN. / Pixabay

Más de 10 años de investigación

los Distrofia muscular de Duchenne (DMD) Es una enfermedad genética que es causada por mutaciones en el ADN. Estos errores hacen que una proteína llamada distrofina, que es esencial para el músculo, no se produzca. Con el tiempo, los pacientes perder progresivamente la capacidad de moverse y respirar por sí mismos. Sus corazones y diafragmas fallan especialmente. Actualmente no existe un tratamiento efectivo para esta enfermedad y las terapias son paliativas.

Raquel explica que existen fármacos de terapia génica que consiguen recuperar la producción de distrofina mediante la estrategia del parche. “El problema es que no llegan a todos los músculos”, aclara. Ha formado parte de un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford que, junto con los del Laboratorio de Biología Molecular de Cambridge en Reino Unido Han conseguido crear un fármaco con la capacidad de llegar a los órganos y acceder a su interior. Al unir estas proteínas con el fármaco de terapia génica, es posible transportarlo a estos tejidos y penetrar mejor en ellos. “Es como si a la droga le pusiéramos un GPS programado con la ruta para llegar al destino. De esta forma, cuando se inyecta al paciente, se multiplica la eficacia del tratamiento”, destaca Manzano.

Como investigadora sénior, ha coordinado ensayos durante cinco años para probar estas proteínas en el modelo de ratón de la enfermedad y analizar la eficacia del tratamiento. Un proceso que ha supuesto más de diez años de investigación en los que han podido demostrar no solo su eficacia sino también su seguridad. Como investigadora, comenta que es “tremendamente satisfactorio” ver como el trabajo y el esfuerzo se pueden traducir en un trato “novedoso” para la enfermedad y “que puede mejorar drásticamente la calidad de vida de estos pacientes”. Agrega que la ingeniería de diferentes proteínas para llegar a diferentes tejidos objetivo podría “tratar otras enfermedades genéticas”, por lo que si este ensayo funciona, “las aplicaciones podrían ser muy amplias”.

La distrofia muscular de Duchenne hace que pierdan progresivamente la capacidad de moverse y respirar por sí mismos. / freepik

Esperanza para 2023

Ahora se están preparando para iniciar ensayos en voluntarios humanos sanos. “Estamos en la fase 1, probando diferentes dosis, para comprobar que es seguro en humanos, tal y como hemos visto en modelos animales”, señala. Los resultados de este primer ensayo se esperan para finales de este año. “Si todo va bien como se esperaba, los ensayos con pacientes con distrofia muscular de Duchenne comenzarán en 2023″, subraya

El investigador aprovecha la oportunidad para dar valor a la investigación como medio de diagnóstico y tratamiento precoz. “En enfermedades complejas como la distrofia muscular de Duchenne, la labor de difusión también es muy importante porque, como hemos visto en el caso de este trabajo, lLos procesos se alargan hasta llegar al paciente”, destaca. Además, destaca la necesidad de trasladar los avances a las familias: “Hacerles saber que cada día hay muchas personas en el mundo que trabajan con el único objetivo de lograr una cura, que nos importa y que no están solos.

De momento, la aragonesa y su equipo continúan con su investigación ‘MyoAge’ comprender cómo el músculo participa en el desarrollo de estas enfermedades neuromusculares que, en general, están asociadas al envejecimiento. Y además del DMD, también funciona con el Enfermedad de Kennedy, ELA o sarcopenia. “Nos centramos en encontrar el origen de esta pérdida rápida y severa en estos pacientes e intentar frenarla“, reanudar.

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