Vitíligo, un problema de la piel que va mucho más allá de la estética

los vitíligo Es una patología de la piel. produce manchas blancas como resultado de la destrucción de los melanocitos, que son las células encargadas de la producción de melanina y, por tanto, responsables del color de la piel, el cabello y las mucosas. “No se trata de un problema cosmético ni estético”, advierte la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) en su guía del paciente“pero de una enfermedad en el pleno sentido de la palabra, que puede ser marcador de otras patologías y que tiene un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes y su entorno familiar”.

Tradicionalmente se ha banalizado esta enfermedad porque no es grave y las manchas que lo caracterizan no duelen, ni pican, ni pican. Pero en los últimos tiempos ha aumentado la concienciación tanto en el ámbito sanitario como en la sociedad en general.

Las manchas de vitíligo tienen una extensión muy variable y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Son especialmente llamativos en personas de piel oscura, en las que destaca mucho más su color blanco. En realidad, la blancura absoluta es clave para diferenciar esta enfermedad de otras patologías de la pielcomo los generados por ciertos champiñonesen el que las manchas no se vuelven totalmente blancas.

Un motivo fundamental para hacer un seguimiento de esta patología es que, al estar provocada por la pérdida de melanocitos, que protegen la piel de las radiaciones solares, las personas con vitíligo son mucho más sensibles a las quemaduras solares y, si no toman precauciones (limitar la exposición al sol, usar cremas solares…), a largo plazo tienen un mayor riesgo de cáncer de piel.

Una patología muy frecuente por múltiples factores

El vitiligo no es de ninguna manera una enfermedad rara. Se estima que afecta aproximadamente al 2% de la población y, de hecho, es la patología despigmentante más frecuente. “Se considera de origen multifactorial”, explica. mayte truchuelo, dermatólogo perteneciente a la AEDV. Para empezar, “es sabido que hay un componente genético importante; hay familias en las que el vitíligo afecta hasta al 30% de sus miembros”.

Al ser una patología autoinmune, los linfocitos, que son células del sistema de defensa del organismo, “son están equivocados y comienzan a atacar a los melanocitos”. Además, como en otras enfermedades autoinmunes, suele asociarse con mayor frecuencia a otras dolencias de este tipo; en particular, a los trastornos de la tiroides (mucho hipo como hipertiroidismo). Por eso, explica la dermatóloga, “en los pacientes con vitíligo siempre pedimos el estudio de anticuerpos antitiroideos”.

Igualmente, se conoce la implicación en el vitíligo de un exceso del llamado estrés oxidativolo que se traduce en una mayor presencia de radicales libres asociados a la oxidación, que actúa como toxina para los melanocitos y favorece su muerte.

¿Se puede prevenir el vitíligo?

En principio, el vitíligo no está asociado a ningún factor relacionado con el estilo de vida y, por ello, no hay forma de prevenirlo. A lo sumo, según la especialista, podemos hablar de desencadenantes. “Una persona puede tener una predisposición genética y nunca manifestar vitíligo”. Como ocurre en muchas enfermedades autoinmunes (por ejemplo, la psoriasis), que aparezca o no puede depender de factores como la estrés, trastornos emocionales, falta de sueño… que actúan como desencadenantes. “No podemos modificar la predisposición, pero si ese individuo lleva una vida tranquila, sin estrés, se podría evitar que se desencadene la enfermedad”, dice Truchuelo, aunque reconoce que es “muy difícil evitar el estrés al 100%”.

El vitíligo no tiene cura, pero puede mejorar

Decir que una patología no tiene cura no es lo mismo que decir que no existe un tratamiento eficaz. Esto es lo que ocurre en el vitíligo, para el que no existe un tratamiento que lo elimine definitivamente, pero sí diferentes opciones que contribuyan a mitigar su extensión y expansión.

En este punto es fundamental tener en cuenta que esta enfermedad evoluciona de diferentes formas. Los afectados se pueden dividir en tres grupos:

  • Un tercio de los pacientes conseguirá que su piel se repigmente y el vitíligo desaparezca.
  • Otro tercio experimenta episodios recurrentes de despigmentación y repigmentación a lo largo de su vida, pero se mantienen más o menos estables.
  • El tercio restante lo componen aquellos pacientes que van a progresar, añadiendo más manchas y, en algunos casos, tendrán vitíligo generalizado que llega incluso al cabello.

Tratamientos para el vitíligo

La clave para conseguir la máxima eficacia terapéutica es la personalización de los tratamientos. R) Sí, “en pacientes de piel muy clara y que no tengan afectación psicológicalo que nos dicen las guías es que simplemente recomendamos protección solar y, si es necesario, maquillaje corrector”, apunta Truchuelo

Pero si el paciente sufre un mayor impacto psicológico o tiene un fototipo de piel más oscuro, en el que las manchas blancas son mucho más visibles, junto con la protección solar y el maquillaje, el dermatólogo puede prescribir algún tratamiento médico. La primera línea terapéutica consiste en corticoides tópicos (en crema), que pueden combinarse con inmunomoduladores como el tacrolimus, lo que disminuye la actividad del sistema inmunológico. El objetivo es reducir la respuesta inflamatoria responsable de la destrucción de los melanocitos.

Otra opción es la fototerapia., que es un tratamiento supervisado por un dermatólogo que consiste en exponer al paciente a la radiación ultravioleta. A diferencia de la radiación UVA de las camas de bronceado, en este caso se trata de ultravioleta B de banda estrecha, que no es tan dañina a largo plazo. “Son tratamientos que se pueden combinar y normalmente se administran corticoides y tacrolimus con fototerapia”, especifica el especialista. Los láseres excimer también se pueden usar en lugar de la fototerapia para estimular los melanocitos con luz para producir melanina y repigmentar la piel.

Como tratamiento de segunda línea para el vitíligo más persistente, se pueden usar antioxidantesasí como derivados de la vitamina Dque es un inmunomodulador.

Para el vitíligo muy progresivo y generalizado, existe la posibilidad de utilizar corticoides orales, que se reservan para casos muy concretos porque tienen más efectos secundarios. Y para pacientes con manchas muy estables, que se sabe que son muy difíciles de mejorar, se puede considerar el trasplante de melanocitosaunque de momento son muy pocos los centros de salud que lo ofrecen.

En el vitíligo de gran extensión, en el que prácticamente sólo queda una mancha blanca que cubre el 70-80% del cuerpo, a veces se opta por la despigmentación total, que consiste en blanquear por completo las zonas que aún conservan la pigmentación con el objetivo de unificar el aspecto de la piel. “Lo que pasa es que este tratamiento es totalmente irreversible, es decir, el paciente debe tener claro que si se lo aplicamos nunca más se repigmentará, y por eso se reserva para casos muy concretos”, advierte la experta de la AEDV .

Por último, como tratamientos más novedosos -que aún no se utilizan en el día a día-, Truchuelo menciona el fármaco afamelanotida, que es un análogo sintético de una hormona que estimula los melanocitos, y los inhibidores de la quinasa Jak, que pueden administrarse por vía oral o oral. cutáneamente, pero que hasta ahora solo han proporcionado una mejora muy modesta.

Normalmente, los resultados de las terapias contra el vitíligo son modestos y su eficacia depende en gran medida de la zona del cuerpo donde se encuentran las manchas blancas. Así, en el caso del rostro, es bastante probable que la respuesta sea satisfactoria, mientras que otras partes (pies, manos, axilas, ingles, genitales) son mucho más complicadas de repigmentar.

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